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Envueltos en la crisis por José Luis Abarca, ex alcalde de Iguala acusado de nexos con el crimen organizado y del ataque a normalistas de Ayotzinapa, el PRD dejó la responsabilidad a sus Consejos Estatales la selección de sus nueve candidatos a gobernadores, y más de mil 500 aspirantes a presidentes municipales y diputados locales que competirán en 2015.

De manera paralela desplegará desde la dirección nacional una estructura para identificar y promover perfiles competitivos, sin descartar alianzas con el PAN en casos específicos (Nuevo León es uno de ellos) y partidos de izquierda (Movimiento Ciudadano y del Trabajo).

Lupa a aspirantes. Al asumir la dirigencia en septiembre, el presidente nacional del PRD, Carlos Navarrete, anunció que solicitará al gobierno federal que revise los perfiles de sus candidatos para que no estén involucrados en hechos ilícitos.

Incluso determinaron que podrían ser sometidos a una comisión de consulta ética para revisar los perfiles.

Los perredistas buscan que sea un mecanismo mixto, pues estatutariamente son los consejos nacional o estatales los que pueden decidir, por mayoría calificada, el método de selección de aspirantes, de entre dos opciones: elección cerrada, entre consejeros, o elecciones mediante voto universal directo y secreto en urnas.

La estrategia acordada por el PRD para las 17 elecciones locales de 2015, a celebrarse el próximo 7 de junio, será guiada desde el centro, pues debido a la inseguridad en el país operarán un mecanismo de comprobación de “la fama pública y trayectoria limpia” de sus abanderados.

El catedrático e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), José Antonio Crespo, consideró que no hará diferencia el mecanismo de selección de los candidatos de ese u otros partidos políticos, sino sus perfiles.

Opinó que en realidad no significará mucho, para la competitividad del PRD en 2015, el método que decida aplicar para seleccionar a sus abanderados; lo central será en cambio “fijarse mucho en los perfiles de los candidatos designados.

Dijo que el PRD debe pedir a los órganos de inteligencia un análisis de sus aspirantes, para evitar otro caso como el de Iguala.

“Tienen que hacer una revisión, solicitar a algunas de las agencias de inteligencia revisar antecedentes para que no estén vinculados con el crimen. No sé si los partidos (por sí) mismos o ayudados con otras instituciones pero eso es independiente del método. El problema para el PRD no estará ahí” (en los mecanismos) sino en los perfiles de sus abanderados, expuso, pues ese será el gran problema de los partidos.