Desaparecen sonrisas de ex alcalde y su esposa
FICHA. José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda, tras su aprehensión. Al lado, Noemí Berumen. (Foto: ESPECIAL )
marco.muedano@eluniversal.com.mx
La sonrisa que caracterizó a José Luis Abarca Velázquez, el político y ambicioso empresario que inició su fortuna en los pasillos del mercado municipal Adrián Castrejón de Iguala, Guerrero, se esfumó en menos de un mes para dar paso a un rostro confuso, luego de ser capturado tras más de 30 días de huida que culminaron en una casa que lucía abandonada en la delegación Iztapalapa, en el DF.
De aquel niño que caminaba por los pasillos del mercado municipal acompañado de su madre y que pedía prestado a las vendedoras para poder comer, no queda nada; para los comerciantes del mercado, el recuerdo del José Luis inocente quedó atrás, cuando al ser nombrado presidente municipal trató de despojar a algunos locatarios de sus puestos para adueñarse del lugar.
La codicia del vendedor de sombreros y huaraches no fue suficiente, el negocio era de su padre, por lo que vio en la compra-venta de oro la oportunidad de aumentar su riqueza.
Su prosperidad comenzó con el apoyo de sus familiares, quienes poco a poco fueron amasando fortuna en el municipio a través del boom del oro. Fue en ese lapso, en la década de los 70, cuando José Luis comenzó a estudiar en la ciudad de México la carrera de medicina. En esa época conoció en una tienda en el Distrito Federal, a quien años después sería su esposa: María de los Ángeles Pineda, una vendedora de vestidos de novia en el municipio.
La prosperidad alcanzó a la familia en el corto tiempo, sin embargo, pronto se vio opacada por las amistades de Alberto y Mario, hermanos de María de los Ángeles, asesinados en 2009. Ambos mantenían una relación estrecha con el narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, abatido en diciembre de 2009 en Cuernavaca, Morelos. Un hermano más, de nombre Salomón, fue detenido por las fuerzas federales por delitos contra la salud en un operativo distinto, pero fue liberado en 2013.
Ejerció con abusos
El poder de la familia Abarca tuvo su mayor auge cuando José Luis asumió el cargo del ayuntamiento en 2013, luego de ganar las elecciones como presidente municipal. Durante los siguientes meses, la pareja vivió en un lujo visible, acompañado por abusos de poder y un aumento de la inseguridad que se vio reflejado en las extorsiones, secuestros, desapariciones y ajustes de cuentas que padecieron los habitantes.
Abarca llegó a tener negocios de oro, pizzerías, farmacias e incluso un centro comercial en Iguala. Tres autos de lujo, escoltas y ropa de marca eran los distintivos de la familia.
La pareja buscaba más poder. María de los Ángeles fue elegida consejera estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), para tratar de ser candidata a la alcaldía de Iguala en 2015. Y con ello aumentó la prepotencia y una mayor influencia de María de los Ángeles en las decisiones que tomaba su esposo.
La pareja imperial fue detenida en la delegación Iztapalapa, en una casa de aspecto abandonado; vivieron sin lujos en su último refugio, lejos de la opulencia que los caracterizó cuando regían en el municipio.