Iguala, Gro.— Desde hace 31 días la señora Gregoria desconoce el paradero de su hijo Joel Mauro Galicia, quien tiene un pequeño taller de hojalatería y pintura en esta ciudad. Desesperada dice que se lo llevaron el pasado 25 de octubre a las 11 de la noche.

“Él fue a cenar a la casa. Me dijeron que iba llegando al taller, iba a abrir, cuando se le acercó una camioneta color vino, se bajó una persona, habló con él, se bajó otro y agarró a mi hijo y lo aventó a la camioneta. Se subieron y arrancaron, ya no he sabido nada”, comenta entre sollozos con un retrato de Joel en la mano.

La señora Gregoria contiene sus sentimientos. Se toma un respiro y abunda: “Es el segundo de mis tres hijos, no es casado, me ayudaba. Tengo dos profesionistas gracias a mi hijo, porque su papá y yo trabajamos, pero él siempre me ayudaba”.

Entre lágrimas, dice que Mauro era una persona tranquila, que se dicaba al trabajo y a su familia.

“Ya presenté la denuncia, sólo me dijeron que si encontraban algo me iban a avisar, pero nada. La vida nos ha cambiado, ahora escucho a muchas madres de su tragedia”.

La señora Gregoria lamenta: “Cuándo íbamos a pensar que los policías que nos cuidaban se los llevan, no sabíamos de esta corrupción, es como una epidemia”.