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Devoran 'coyotes' millones con niños

Laura Castellanos Enviada| El Universal
04:20Martes 29 de julio de 2014

Video. Se estima que han obtenido ganancias de 212 mdd de octubre de 2013 a junio de 2014 por llevar niños de Centroamérica a la frontera de México con Estados Unidos

Muchos centroamericanos recurren a los

TRASLADO. Muchos centroamericanos recurren a los "coyotes" para emprender el viaje hacia Estados Unidos. En balsas improvisadas cruzan el Río Suchiate, en la línea fronteriza entre México y Guatemala. (Foto: LUIS CORTÉS / EL UNIVERSAL )

De octubre de 2013 a junio de 2014, las ganancias para el crimen organizado por llevar a menores migrantes a Estados Unidos fueron de unos 2 mil 700 millones de pesos, de acuerdo con un cálculo realizado por este diario

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CORINTO, Honduras.— En el pueblo fronterizo y caluroso de Corinto, puerta de tráfico de personas, armas y droga entre Guatemala y Honduras, bastaron 90 minutos para que el equipo de EL UNIVERSAL encubierto consiguiera que El Chuluyo, un coyote de la zona, acudiera al llamado para “un servicio”.

El hombre de la calavera tatuada en el pecho arribó a la fonda cuando “cambistas” de lempiras a quetzales, vendedores de joyería robada y jóvenes con pinta pandillera, observaban a media distancia, con recelo a la reportera y fotógrafo de este medio. A sus ojos, unos extraños.

El coyote, sin embargo, saludó con confianza, se sentó a la mesa y ahí depositó su celular sofisticado. Comenzamos a negociar el traslado de “Karen”, una presunta niña de nueve años, de Honduras a Texas, donde vivía su padre.

“Nosotros cobramos seis mil dólares: mil 500 aquí, mil en Villahermosa y tres mil 500 en la frontera”, nos informó sin ambages. El pago incluía tres intentos.

El Chuluyo expresó que de El Salvador también llevaría a cuatro menores más, entre ellos dos niñas de siete y 12 años.

“Yo trabajo más con niños que con adultos” detalló. Dijo que en cada viaje transportaba de 12 a 14 menores. Éste era el segundo del mes. En esas dos jornadas su red de tráfico obtendría unos 156 mil dólares (dos millones de pesos).

Organizaciones y albergues que asisten a menores repatriados en Tamaulipas, Chiapas, Honduras y Guatemala consultados por este diario estiman que al menos 75% de los que migran no acompañados a Estados Unidos van con coyote.

Además de El Chuluyo, se negoció, por separado, con tres traficantes guatemaltecos más, el traslado de Karen. El costo varió de seis mil a nueve mil dólares, con dos a tres intentos para lograrlo. 

La Patrulla Fronteriza de EU detuvo a 56 mil 547 menores no acompañados —40% niñas— del 1 de octubre de 2013 al 30 de junio de 2014, periodo en que se registró el boom de los niños migrantes. 

De estos, casi la tercera parte, 16 mil 546, son de Honduras, seguidos por 14 mil 86 de Guatemala, 13 mil 301 de El Salvador y 12 mil 614 provenientes de México. 

La primera dama de Honduras, Ana García Hernández, en entrevista con este medio realizada el 3 de julio, consideró que todos esos menores hondureños viajaron con coyote, a un precio de cinco a ocho mil dólares, lo que generó al crimen más de “100 millones de dólares”. 

Cálculo conservador: si 75% de los 56 mil 547 menores detenidos pagaron cinco mil dólares por persona, las ganancias para la delincuencia organizada fueron unos 212 millones de dólares (unos dos mil 700 millones de pesos).

Esta cifra equivale a lo que la gasta Texas, en tres años, en patrullar el Río Grande. No se contempla a los siete mil 600 menores detenidos en su trayecto por México y deportados a Centroamérica en lo que va de 2014. 

Carlos Flores, de la organización hondureña Casa Alianza, que participa en el registro de repatriación de menores no acompañados en su país, afirma que 80% de los dos mil 300 deportados desde México, es decir, mil 840, iban con coyote.

Si cada uno pagó cinco mil dólares, sumaron nueve millones 200 mil dólares, equivalentes a 119 millones 600 mil pesos. 

Flores señala: “sí es un negocio millonario, pero donde se queda más dinero es en México, que es donde los cruzan a EU”. 

CONTACTO. Una persona a quien apodan "El Chuluyo" hizo negociación con un equipo encubierto de EL UNIVERSAL para realizar "un servicio"

El viaje de “Karen”

El Chuluyo aseguró que en 20 días Karen estaría en Texas.

Detalló la travesía: primero la llevarán caminando desde Corinto por campo traviesa durante 10 minutos para rodear la garita del lado guatemalteco. Luego, todo el grupo atravesará Guatemala en auto hacia la frontera con México en un viaje de unas 10 horas. Después la pequeña y sus acompañantes cruzarán a México por el Río Suchiate en lancha, y navegarán durante tres horas hacia el noreste de Chiapas. 

Al desembarcar, caminarán 29 minutos en despoblado hasta llegar a los vehículos que los trasladarán a Palenque, donde abordarán un camión ADO que pasará por Villahermosa y la costa veracruzana con destino a Reynosa, Tamaulipas.

El camino estará libre para El Chuluyo: “En México no tenemos problemas porque me reporto con Migración, viajamos en el ADO, todo eso está pagado”, dijo. “Migración sabe el número de autobús, sabe qué asientos se van a ocupar”. La cruzada del Río Bravo hacia Estados Unidos se hará en balsa. 

“¿El plan de ustedes es entregar a la niña a Migración o qué?”, preguntó el traficante, modalidad a la que recurre la mayoría de las familias centroamericanas bajo el rumor esparcido de que si el infante tiene un pariente allá, se legalizará su residencia. 

Si se detiene a Karen en realidad se le remitirá por cuatro días a celdas congelantes de menores hacinados llamadas “hieleras”, luego se le canalizará a una base militar o albergue, por meses, hasta que tenga una audiencia con un juez de Migración que la deportará o, excepcionalmente, la introducirá en un proceso legal de reunificación con su padre que puede durar años. 

Nuestra respuesta fue “no”; el objetivo es que se lleve a Karen hasta la casa de su padre en Houston. 

Una opción, dijo El Chuluyo, es que viaje en auto y, con un acompañante descienda y camine dos jornadas de dos horas y media por un territorio agreste y desértico para rodear dos garitas. 

Ante otro rechazo planteó la opción final: “A los niños los están tirando (escondiendo) en camarotes, por arriba, en un contenedor de un tráiler, pero sólo el brinco (en el puente fronterizo de México a EU) cuesta cinco mil 500 dólares”. 

Visa mexicana para Karen

En un paraje montañoso cercano a la población fronteriza de El Carmen, en Guatemala, colindante al Río Suchiate, uno de los pasos más transitados de internación indocumentada a México, el viejo coyote de rasgos indígenas, don Joaquín, descansa en su casa.

La vía en Guatemala para transportar a Karen tiene una variante inesperada: don Joaquín asegura que le puede conseguir una visa mexicana en ocho a 15 días para que ella transite “sin montear”, y con una guía mujer, “mi sobrina”, hasta la ciudad de Monterrey. 

El “servicio” saldría en nueve mil dólares porque dice que “da quebrada” (mordida) en la embajada mexicana en Guatemala. La niña irá con su pasaporte nacional y una visa mexicana con vigencia por 180 días, o con una “chabela” (permiso migratorio falso). Asegura entonces que para comprobar lo que dice puede hablar en ese momento “a la secretaria de la embajada”.

La guía cruzará a Karen por el puente fronterizo de Talismán a México, la conducirá a Tapachula, a media hora de camino en auto, ahí tomarán el ADO hacia el DF, y tomarán otro hacia Monterrey, donde su “colega” la cruzará a EU. 

La negociación con otros dos guatemaltecos tuvo pequeñas variantes. La Choca, una mestiza robusta, desconfiada y maquillada de un poblado cercano a Talismán, cobra seis mil dólares por llevarla en grupo, en autobús. Y puntualiza: “Yo voy reportando, yo pago todo en el camino, Migración, judicial, sectorial, para llegar allá arriba también”. 

El otro es un viejo coyote, don Lautaro, de rasgos indígenas, cobra seis mil 500 dólares, y ofrece falsificar documentos para que Karen viaje en transporte foráneo, con su esposa, y otros dos menores, y pase como su familiar.

Al traspasar la región tamaulipeca sometida al crimen organizado pagará cuota para que dejen pasar a Karen: “Antes de llegar a la frontera nos estamos reportando ‘ya estamos en tal parte’ para que no haya ningún riesgo”.

Y precisa: “Es en Reynosa, ahí tenemos que tener una clave (para poder cruzar), son unos 700 dólares, pero nada más es pagar y no tener problemas”, asegura. 

Karen o Catarine

El Pew Research Center revela que de 2013 a 2014 la migración de menores hondureñas no acompañadas a EU creció 77% (de siete mil 339 a 13 mil ocho) en comparación con la de los varones, que creció 8% (de 31 mil 420 a 33 mil 924).

El personaje de Karen se inspiró en Catarine, hondureña de ocho años, tímida, abandonada por su coyota en Reynosa, cuyo testimonio se recogió en el reportaje El éxodo de los niños desesperados, publicado hace un mes en este diario. 

En el Centro de Atención a Menores Fronterizos (Camef) del gobierno tamaulipeco en Reynosa, Catarine refirió entonces que su madre “hace camisas” en una fábrica y su padre estaba en “los Estados” y la mandó traer. 

José Villegas, director del Camef, aseguró que de enero a mediados de julio las autoridades migratorias les han canalizado a mil 350 menores, 20% niñas, en edades promedio de los 10 a los 17 años. 

“De todos los que recibimos, el 100% iba con coyote”, expuso.

De los mil 350 menores dijo que 160 eran centroamericanos, y el resto, mil 190, mexicanos deportados de EU que pagaron a los coyotes de cuatro a ocho mil dólares. 

Catarine estuvo 45 días en el Camef y se le repatrió a Honduras. Sólo ella sabe la odisea que vivió.

La primera dama de Honduras visitó recientemente albergues con menores hondureños no acompañados retenidos en EU, y declaró a la prensa que 70% de las niñas sufrieron abuso sexual. 

Jaime Flores, director de Casa Alianza de Tegucigalpa, apunta que un número indeterminado de infantes trasladados por traficantes ha desaparecido, entró en redes de trata laboral o sexual o es asesinado. Lamentó que de estos hechos “no se llevan estadísticas”. 

Rómulo Emiliani, obispo auxiliar en San Pedro Sula (Honduras), manifestó en sus oficinas parroquiales que en México el negocio de los coyotes se ha hecho millonario porque se asociaron o sometieron al crimen organizado.

Con aflicción expresa que no debe olvidarse que esta migración huye de violencia y pobreza: “Este es un éxodo espantoso, sobre todo de niños, como si estuviéramos en una guerra civil”. Un éxodo con niñas verdaderas, como Caterine.

OPCIÓN. Don Joaquín ofreció conseguir una visa mexicana en 15 días para "Karen", una niña que sería transportada de Honduras a Texas



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