Al culminar la marcha para demandar que Joaquín Guzmán Loera no sea extraditado a Estados Unidos, jóvenes que tomaron la plazuela del centro, como pista de baile con tambora y la avenida para jugar arrancones, fueron desalojados con gases lacrimógenos por elementos de la Policía Municipal.

Según el primer reporte preliminar de la corporación, doce jóvenes, los cuales consumían cerveza y festejaban las carreras de autos, frente al atrio de catedral, fueron detenidos y remitidos a la barandilla.

El desfile que concentró a cerca de mil jóvenes, mujeres y niños, dotados de camisetas blancas, gorras, a los cuales, se les ofreció tamales, se desarrolló desde el Templo de la Lomita, hasta el Palacio Municipal en un clima pacífico.

Sin embargo, un gran número de jóvenes asistentes, continuaron el acto, hasta a un costado de atrio de catedral, en la plazuela central, donde instalaron las bandas musicales y comenzaron a bailar y posteriormente a jugar arrancones.

rcr