Costa Rica, que desde inicios del siglo XXI se convirtió en un patio de operaciones del cártel de Sinaloa, recibió con satisfacción la noticia de que el poderoso narcotraficante mexicano, Joaquín "El Chapo" Guzmán, cabecilla de una de las principales mafias del contrabando mundial de drogas, fue capturado anoche en México.

"La primera reacción es de felicitación y apoyo al trabajo desplegado por las autoridades mexicanas, que tienen este gran éxito que simboliza el compromiso permanente de lucha contra los cárteles de narcotráfico", dijo el ministro costarricense de Seguridad Pública, Gobernación y Policía, Mario Zamora, entrevistado telefónicamente este mediodía por El Universal.

"Sin lugar a dudas, el hecho de que este sujeto permaneciera en libertad era un factor de estímulo a cualquier líder de narcoactividad, haciéndole ver que independientemente de sus acciones, pues gozaba justamente de esa condición de libertad. El hecho de que hoy esté tras las rejas enfrentando un proceso judicial, tanto dentro de México como en Estados Unidos, acredita el nivel de peligrosidad de este sujeto", agregó.

"Esperamos que este mensaje de captura se traduzca en un golpe franco a lo que es la estructura directiva de este importante cártel que ha tenido participación efectiva en territorio centroamericano. Esperamos que detrás de esta captura venga un desplome de la actividad del cártel de Sinaloa en territorio centroamericano y sobre todo también en origen en territorio mexicano", recalcó.

El cártel encabezado por Guzmán, narró, "quizás es de los cárteles de más presencia en el área centroamericana y por supuesto que detrás de esta captura esperamos que venga también recopilación de información importante, para que a partir de esta detención puedan darse investigaciones que lleven todavía a desbaratar más aún la estructura de esta organización en territorio centroamericano".

ahc