LA OPERACIÓN A corazón abierto de Miguel Ángel Mancera provocó un rápido y eficaz cierre de filas de los actores políticos más importantes del DF entorno al jefe de Gobierno de la ciudad de Mexico.

El líder de la Asamblea Legistativa, Manuel Granados; el secretario de Gobierno, Héctor Serrano, y el dirigente del PRD-DF, Raúl Flores, hicieron una suerte de "operación muégano" frente a la repentina situación de salud de Mancera y el funcionamiento de los poderes en la capital del país.

Granados y Serrano estuvieron la noche del viernes en el hospital ABC de Observatorio para dar seguimiento a la evolución del estado de salud del jefe de Gobierno, que ha mostrado una recuperación sorprendente a la intervención quirúrgica, nos dicen integrantes de su gabinete.

El presidente Enrique Peña Nieto se mostró solidario con Mancera, al enviar a su equipo médico del Estado Mayor Presidencial para colaborar con los especialistas del hospital privado.

La madrugada de este sábado, el jefe del Ejecutivo expresó en Twitter sus deseos por una pronta recuperación de Mancera. Seguramente, nos comentan, en ese momento tenía datos de que don Miguel Ángel estaba fuera de peligro.

Hicieron, pues, "operación muégano"...