Hay 70 mil afectados en Chilpancingo, reportan
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ACAPULCO, Gro.— En algunas zonas poco a poco la vida “vuelve a la normalidad”. Ayer reinició operaciones parciales el Aeropuerto Internacional de Acapulco; pero en regiones como Chilpancingo, alrededor de 70 mil damnificados por el desbordamiento del río Balsas son la evidencia de la emergencia que persiste en el estado de Guerrero.
Existen zonas como las poblaciones aledañas a Zihuatanejo a las que apenas ayer comenzó a llegar la ayuda de la Secretaría de Marina (Semar), cuando ya el desabasto comienza a desesperar a comunidades que están aisladas y rodeadas por la devastación.
Y en otras regiones de la Costa Grande, mientras esperan ayuda, los pobladores tienen que armarse, proteger de la “rapiña” los pocos bienes que aún tienen. Hacia donde se camine, en esta entidad, la tragedia está lejos de terminar.
El gobernador Ángel Aguirre anunció que en breve se hará un censo detallado de daños, casa por casa. Durante un recorrido en un albergue, pidió a los damnificados tener paciencia y comprensión, pues los estragos son muchos, pero aseguró que se les apoyará.
En Chilpancingo, unos 70 mil damnificados de los municipios de San Miguel Totolapan, Ajuchitlán, Coyuca de Catalán y Zirándaro —al desbordarse el río Balsas— piden con urgencia suministro de víveres, agua, medicinas, así como maquinaria para realizar la limpieza de calles y casas.
Misael Medrano Baza, subsecretario para Asuntos Políticos del gobierno de Guerrero, informó que el río Balsas se llevó los puentes de San Miguel Totolapan, el de la comunidad El Cuirio, que comunicaba a esos municipios con los de Tlapehuala y Arcelia. El puente de Coyuca de Catalán, que comunica con Ciudad Altamirano, sufrió daños al llevarse la corriente del río Balsas sus terraplenes, por lo que los nueve municipios de la Tierra Caliente, ubicados en ambas márgenes, están incomunicados entre sí por tierra.
Las brigadas de jóvenes voluntarios que realizan tareas de limpieza son insuficientes ante la magnitud del desastre que acumuló toneladas de basura y lodo, que dejó animales muertos que despiden un olor nauseabundo y que pueden convertirse en un foco de infección.
Hay intentos por reanudar la vida, pues del Aeropuerto Internacional de Acapulco fueron autorizados al menos siete vuelos de salida y llegada con destino a la Ciudad de México, Monterrey y Toluca.
En un recorrido, se observó que algunas líneas aéreas ya tenían la venta de boletos y en los pizarrones había programados vuelos hasta las 18:00 horas.
Las aerolíneas que comenzaron a vender boletos son Aeroméxico, Interjet, Aeromar y Vivaerobus, las cuales tenían vuelos con salidas programadas sólo para territorio nacional. “Están saliendo con normalidad y cada aerolínea es la encargada de decidir si vende boletos en el mostrador o lo hacen vía internet. El aeropuerto ya está funcionando en sus vuelos, aunque no está al 100% en infraestructura, porque falta que se termine de limpiar algunas áreas”, dijo un empleado.