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María Elena Medina Mora, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz y de las especialistas más reconocidas en materia de adicciones, advierte que nuestro país debe tener cuidado en abrir la venta de mariguana porque actualmente los principales consumidores son los adolescentes.

Alerta que jóvenes y adolescentes son los sectores más vulnerables al consumo de mariguana y a convertirse en adictos de la droga, que está comprobado que no es inocua, y que tiene principios que al hacer contacto en el cerebro están relacionados con los factores emocionales, lo que lleva al riesgo de la depresión y al suicidio.

Medina Mora, quien ha colaborado en estudios para la OMS y la ONU, pide no confundir el término legalización de la mariguana que actualmente se está utilizando para debatir el tema, porque actualmente el consumo personal de esta droga no está penalizado en el país.

La especialista de la Secretaría de Salud está abierta a que se debata en sus distintos rubros, pero de antemano anticipa, en su opinión, que la mariguana no debe ser abierta al libre mercado.

Resalta que al tener disponibilidad del cannabis habrá una búsqueda de ésta por parte de los jóvenes, que son los más susceptibles para adquirir dependencia a estas sustancias adictivas.

Recuerda que según la última Encuesta Nacional de Salud, hay 4 millones 752 personas, de los 12 a los 65 años de edad, que han probado alguna vez durante su vida la mariguana.

Además, se estima que hay 962 mil 400 consumidores de este enervante que dijeron haberla probado en el último mes, de los cuales 590 mil 70 tienen entre los 15 a los 25 años de edad y 178 mil 096 tienen de 12 a 17 años.

En entrevista, la investigadora nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) califica como adecuada la actual política de salud de no penalizar el consumo de droga [personal] ni criminalizar al adicto, pues lo que se requiere es tratamiento médico. Advierte que hay otros países en donde sí se penaliza el uso de drogas con cárcel.

Para la experta, la mariguana tiene riesgos importantes en el inicio de los adolescentes, los cuales deben estar protegidos. Incluso advierte que el riesgo de algunos trastornos se sigue incrementando hasta después de los 25 años de edad.

“Y eso se deriva de que en las áreas en donde tiene impacto esta droga en el cerebro están relacionadas con el funcionamiento cognitivo, especialmente la atención y la memoria a corto plazo, y también tiene impacto sobre la coordinación visomotor”, explica la experta.

En el caso de los adolescentes, dice, están en un momento importante del desarrollo de su cerebro, por lo que el impacto es mayor. En los adultos hay evidencia de que pueden ser reversibles algunos impactos, pero en los adolescentes no se sabe si eso mismo puede pasar.

En su análisis, el que la droga impacte en la memoria y la atención es porque ahí se fija el principio de esta sustancia activa y hace que se asocie con un mal desempeño escolar o con deserción escolar, “que se incrementa hasta tres veces cuando hay abuso de la mariguana”.

Otro factor que preocupa en el país, declara Medina Mora, es a qué edad las personas se inician en las drogas. “Si las tomamos a todas y las juntamos, es a los 17 años de edad”, de tal manera que este es el grupo de edad que más riesgo tiene, “porque a edades más tempranas hay más riesgo a la dependencia de una droga”.

Sector objetivo

En torno a este tema, María Elena Medina considera —además— que hay diversas posturas que tienen que ser analizadas y debatidas, pero insiste en que si “legalización” se refiere tener un libre mercado de la mariguana, habría una búsqueda de los jóvenes “porque son los clientes mejores para estas sustancias adictivas, porque son aquellos en los que se desarrolla con mayor facilidad la dependencia”.

Incluso en los mercados legales de tabaco y alcohol es un sector de la población que es muy buscado.

La directora del Instituto Nacional de Psiquiatría, lugar en donde se diseña la primera vacuna contra la heroína, afirma que nunca se pueda aislar la sustancia activa de la persona y de su contexto sociocultural, que tienen un peso importante. Desde luego, comenta, las personas con menos recursos son las más vulnerables.

“Me parece que una política adecuada debería estar pensando en la persona y no en la droga. Nuestra meta debe ser la prevención, el tratamiento, la promoción de la salud y lograr que las personas tengan acceso a salud, y no estar pensando en la droga en sí misma”, plantea Medina Mora.

Sobre el consumo de mariguana, afirma que la mayor parte de la población se queda en un uso experimental, pocos pasan a un uso regular; y de los que la consumen de manera regular, pocos lo hacen todos los días y sólo una proporción de ellos desarrolla dependencia.

Para la especialista, en el país hace falta más investigación en torno a los efectos que la mariguana causa en el cerebro y principalmente el impacto que tiene a largo plazo en los adolescentes.

Sin embargo, puntualiza la investigadora, “la actual evidencia científica, que es bastante, nos advierte que hay un crecimiento en el consumo, especialmente en la población masculina”.

Recomienda finalmente que cualquier decisión que se tome sobre la mariguana tiene que ser con base en la información científica que se tiene a la mano, “y lo que actualmente nos dice es que la mariguana sí afecta en los adolescentes y nuestra obligación es protegerlos”.