nubes
Impulsora de la cocina mexicana
Con más de 50 años, Diana Kennedy se ha dedicado a la investigación y rescate de la cocina mexicana. (Foto: Archivo )
SIGUENOS EN:
Con más de 50 años, Diana Kennedy se ha dedicado a la investigación y rescate de la cocina mexicana. (Foto: Archivo )
Ya son 60 años que Diana Kennedy se ha dedicado a la investigación y rescate de la cocina mexicana. A lo largo de su carrera ha destacado como docente y fiel seguidora de las tradiciones ancestrales de nuestro país.
“Nací en Loughton Essex. En 1957 realicé mi primera visita a México, cuando me casé con Paul P. Kennedy, corresponsal para The New York Times. Años más tarde viví en Nueva York y regresé a México en 1969 y es cuando empiezo a descubrir lo maravilloso de este país, a través de su comida y tradiciones, por lo que escribí mi primer libro, The Cuisines of México.
“El pasado 29 de mayo fui homenajeada durante el Festival Gastronómico “Morelia en Boca 2015”, me sentí contenta y emocionada, es un motivo más para seguir trabajando en el rescate de tan increíble comida que tiene México”, expresa la investigadora.
Incansables andanzas
Los viajes siempre los realizó en su camioneta, en caminos rústicos para llegar a varios estados y poblados donde encontraba a mujeres indígenas que alegremente compartían sus recetas.
“Nunca me he cansado de visitar tantos mercados y tianguis, ya que en estos lugares es donde se conocen los verdaderos ingredientes de cada región. Es por ello que me indigna que muchas personas no rescaten sus ingredientes y no pongan atención, sobre todo las autoridades, para cultivar, apoyar al campo y rescatar los alimentos de este hermoso país.
“Por ejemplo, el chile ya no es el mismo, antes el poblano tenía un sabor maravilloso, en la actualidad estará muy grande, pero no sabe a nada y su piel es más gruesa. Otro de los chiles que sufre degradación es el guajillo que lo están importando de China”, advierte la autora del libro México, Una odisea culinaria.
Premian su talento
Su trayectoria la han llevado a recibir premios y reconocimientos como: La medalla de plata por parte de la Secretaria de Turismo de México; Armando Farga Font presea especial de la Asociación de Escritores de la Comida Mexicana; La Orden del Águila Azteca del Gobierno de México; Premio del Molcajete de Jade de la Secretaria de Turismo de México; nombrada investigadora Académica por la Sociedad Mexicana de Gastronomía; Medalla de Oro de la Asociación de Restaurantes de México; Member of the British Empire por el Gobierno de Inglaterra por ampliar las relaciones culturales entre México y el Reino Unido, entre otros.
Enamorada de la buena comida
Diana siempre ha tenido un gran amor a la buena cocina, le ha gustado ser curiosa e inquieta, cualidades que la llevaron a descubrir mercados y exóticos ingredientes. Fue así como la escritora británica quedó fascinada por la belleza del campo mexicano y por la gran variedad insólita de alimentos que éste produce.
Los viajes la fueron envolviendo en interminables aventuras gastronómicos, en cuanto terminaba uno, ya estaba planeando el otro, recuerda Diana, que siempre andaba en busca de una receta desconocida o legendaria: de un fabuloso libro de cocina regional, de una hierba o un chile difíciles de hallar.
Conforme transcurrían sus viajes, la también profesora de gastronomía, se percataba de la gran riqueza culinaria de México y su curiosidad se hacía más grande. Comenta que en cada viaje descubrió a familias de pequeñas comunidades que tenían una historia culinaria, métodos y recetas heredadas de una generación a otra.
Gracias a su investigación gastronómica surgen los libros The Mexican Cuisines, El Arte de la Cocina Mexicana, México-Una Odisea Culinaria, Lo Esencial de las Cocinas Mexicanas, Recetas del Alma y Oaxaca al gusto, entre otros obras que han aportado grandes conocimientos a los lectores.
Por amor a la tierra
Con el paso del tiempo, la escritora creó un pequeño rancho ecológico en Zitácuaro, Michoacán, donde cuenta con cultivo de pitahayas, fresas, berenjenas, naranja y naranja agria; higos, variedades de lechugas y rábanos, zanahorias, apios, hierbas aromáticas, tomates y pepinos.
En este lugar, la profesora imparte sus clases, en una cocina maravillosa donde se cocina con leña y con algunas estufas solares. Así también guarda una gran colección de molcajetes, molinillos, jarros, ollas de barro y cazuelas de todos tamaños, ya que es enemiga del plástico. El próximo proyecto de este lugar es que se quede como un centro para estudiar la cocina tradicional y para enseñar a cultivar con el método orgánico.
“Hay que cuidar la tierra, el ecosistema y preservar los ingredientes, conocer México por todos sus rincones y rescatar la esencia de su gastronomía”, finaliza Diana, ardua promotora de la cocina tradicional de nuestro país, quien hace un llamado para proteger las raíces culinarias.
SIGUENOS EN: