El sabor de la tierra
Arzak tiene una larga tradición familiar gastronómica, que se remonta al menos hasta sus abuelos, quienes ya tenían una taberna y casa de comidas . (Foto: Archivo )
Juan Mari Arzak, considerado uno de los mejores chefs del mundo, dice que la cocina mexicana es una de las mejores, debido a su complejidad de sabores, a la singularidad de sus productos y a la pasión que se le imprime a cada platillo.
Ubicado en en el número ocho de la lista San Pellegrino publicada por la revista británica Restaurant, que clasifica a los 100 mejores restaurantes del mundo, con su restaurante Arzak, el veterano cocinero español se sincera y destaca que a comparación de nuestra cocina, la española es punta de lanza, pero por la cocina moderna, no por la tradicional, ni popular.
“Estuve en la ciudad de México por diez años, también en Acapulco. Este país para mí tiene una de las mejores cocinas del mundo, los tacos me matan; la primera que vez que los visité fue en los 70 y entré por Cancún, estuve una semana, era noviembre y vine a dar una conferencia, y el primer día que llegué me llevaron a comer la cosa más normalita y tradicional, el pescado tinkin xic, me quedé tan emocionado es el plato que más me ha enamorado en toda mi vida”, asegura.
Una cocina perfecta
El experto cocinero agrega que “La cocina tradicional parece que es sencilla pero no, es más complicada que la alta culinaria porque no tiene defensa o la haces perfecta o no queda bien”.
Con más de 50 años en los fogones, este hombre que ha forjado su nombre entre cazuelas, cucharones e ingredientes, señala que se siente totalmente realizado y agradecido con la vida, porque su hija, su mejor tesoro, ha seguido sus pasos y es quien está con él al frente de su restaurante en San Sebastián-Donostia.
“En nuestra gastronomía, la de Arzak, todos los platillos están hechos por nosotros, es una culinaria de creatividad. Aparte tenemos dos personas que están dedicadas a la creatividad, ellos están alejados de nuestra cocina del restaurante y sólo están enfocados en formar nuevos platillos, sin dejarse llevar por nada, sólo concentrados en hacer especialidades con los pies en la tierra, con su origen en las raíces”, comenta.
Añade que para Arzak, lo más importante de cada platillo es que “en cada bocado, los comensales se tienen que dar cuenta de que se trata de cocina vasca, por sus genes, por sus moléculas, al final lo notas, y esto tiene sabor de una tierra y es una cosa difícil de explicar, tiene complejidad para explicar pero es la única verdad. Yo no creo en la globalización de la cocina, yo no creo que todo sea lo mismo, no tiene que ser así porque entonces perdemos la forma de ser de cada pueblo. A mí me gustar ir a un sitio y por la comida saber en dónde estoy, pero por lo que como también sé que estoy en un sitio distinto”, expresa.
Arzak comenta que recién estuvo en México en el Festival Wine & Food Cancún 2015, donde pudo compartir la cocina con otros grandes de los fogones, como Joan Roca, a quien considera como un hermano, y a quien también admira por su gran destreza culinaria.