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La propuesta de poner un Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las bebidas azucaradas de 1 pesos por litro para combatir los problemas de sobrepeso y obesidad en el país; es totalmente inaceptable por la industria refresquera mexicana y el pequeño comercio.

Emilio Herrera Arce, director de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac), dijo que la aplicación de un IEPS como lo plantea la inciativa de reforma hacendaría, arrojará un incremento entre un 15% y 20% en el precio de todas las bebidas saborizadas.

"Un impuesto a las bebidas azucaradas, no ayudará a disminuir los problema de salud en México; es sin lugar a dudas, una medida ineficiente para combatir el sobre peso y la obesidad", aseguró

El Gobierno informó que con esta medida se estima que se generarían ingresos de alrededor de 34 mil millones de pesos en 2014, sin embargo lideres en el sector aseguran que es una medida inflacionaria que le pegará a los deciles más bajos de la población.

Herrera Arce explicó que es una medida que tiene impactos predecibles en la economía de las familias de menos ingresos, ya que este sector destina más del 50% de sus ingresos en alimentos y bebidas, la clase baja es la que consume más refrescos ya que no tienen acceso al agua potable.

Como consecuencia de esta medida generará desempleo a lo largo de toda la cadena productiva, desde los productores de caña de azúcar hasta los pequeños comerciantes que venden este producto en sus establecimientos.

En este sentido, Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), indicó que en el comercio minorista predomina la venta de refrescos en un 88%, es para la industria, un producto clave para atraer más clientes por lo que llega en mal momento.

"Los impuestos a los refrescos los paga el consumidor y no las grandes empresas. Es un impuesto que encarecería el producto hasta un 40% , lo que impactaría de manera muy significativa a la población de menores ingresos", enfatizó Rivera.

Herrera Arce abundó que es un impuesto que afecta la productividad y la inversión. "En México los productos que son sujetos a un impuesto especial brindan incentivos para la informalidad y la ilegalidad, esta iniciativa arrojará como consecuencia que se vendan refrescos en el mercado informal", enfatizó.