"Quiero que la gente deje de decir ‘lo siento', cuando les digo que mi hija tiene Síndrome de Down", declaró Rosanne, la madre de Madeline Stuart, la joven australiana de 18 años que está empeñada en revolucionar la manera en que la gente percibe la belleza y las diferencias.

Convencida de que su trastorno genético es una bendición y una oportunidad en vez de una desventaja, esta niña que tuvo sobrepeso por su condición -además de sufrir problemas al corazón- decidió hace un año ponerse en forma para mejorar su salud y, de paso, poder hacer las actividades que hacían sus amigos, como hacer volteretas o la invertida.

Ayudada por su enorme fuerza de voluntad y el apoyo de su madre, Madeline logró en dos semanas cambiar sus hábitos alimenticios, y con base en mucho deporte, como natación y baile, bajó 20 kilos, siendo un golpe de autoestima que la llevó a fijarse una nueva meta: demostrar a través del modelaje que una persona con Síndrome de Down puede ser hermosa.

Fue así como madre e hija se propusieron llevar a cabo este objetivo y comenzaron a buscar un agente que les diera la oportunidad, la que finalmente llegó de la mano de la firma "Living Dead", una línea de ropa australiana que apuesta por la diversidad en sus modelos.

De esta manera, Madeline podría seguir los pasos de Jamie Brewer, la primera modelo con Síndrome de Down en desfilar en el Fashion Week de Nueva York.

"Si la gente viera la belleza que hay en el interior de las personas, entonces, la mayoría de las modelos del mundo serían con Síndrome de Down", declaró Rosanne al Daily Mail Australia.

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