Tras los hechos violentos en el municipio de Iguala, el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, afirmó que no dejará el cargo sólo por las opiniones o por aquellos que desconocen la realidad del estado.

"No me voy a ir por los opino-tecnócratas o por aquellos que desconocen nuestra realidad", enfatizó.

Durante un mensaje, propuso además una consulta nacional sobre revocación de mandato, organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE) y que sean los guerrerenses los que determinen si debe quedarse o debe irse, ello, dijo, "marcaría un parteaguas".

Afirmó que él llegó mayoritariamente por el pueblo guerrerense y que seguirá trabajando por el estado. "Hemos trabajado hasta donde ha sido posible".

"Estoy dispuesto a que se someta a una consulta nacional sobre revocación de mandato organizada por el Instituto Nacional Electoral, y que sean lo guerrerenses los que determinan si debo quedarme o si debo de irme".

Sobre los hechos ocurridos en Iguala, que dejaron saldo de seis muertos, 25 heridos y 43 normalistas desaparecidos, el mandatario afirmó que el gobierno del estado actuó en el momento en que se requería.

Al respecto, comentó que la Procuraduría estatal no detuvo al alcalde José Luis Abarca, actualmente prófugo, porque hay que llevar a cabo un proceso de desafuero.

Agregó que "hay quienes pueden señalar que hubo omisiones en el Mando Único, pero el Mando Único es un acuerdo de voluntades", y dijo que si una parte no cumple no funciona, como el caso de Iguala.

"La policía estaba totalmente infiltrada por el crimen organizado, fue el impedimento para el Mando Único", reiteró.

"No voy a proteger a ningún delincuente, nunca he ordenado matar a estudiantes ni a nadie (...) Daré la cara las veces que sea necesario, no tengo nada qué ocultar, ni de qué esconderme", enfatizó.

También exigió nuevamente a los organismos nacionales de derechos humanos la reapertura del caso de los dos normalistas y un empleado de gasolinera muertos durante un desalojo en diciembre de 2011.

spb