La Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente (PMA), negó el hallazgo de más de 300 peces muertos en playas de la comunidad de Antón Lizardo, en el municipio de Alvarado, en Veracruz.

Desde el domingo, pescadores de la región denunciaron la presencia de varios especímenes, conocidos como jurel amarillo, flotando en el mar y sobre la costa, muy cerca de la Heroica Escuela Naval de la Marina-Armada de México.

Los trabajadores acusaron de las muertes -sin presentar pruebas- a Petróleos Mexicanos debido a las labores de exploración que hace en el Golfo de México por medio de implosiones hechas por un barco.

Este lunes, volvieron a aparecer otros peces muertos, en estado de descomposición en la misma zona por lo que personal de la Procuraduría se trasladó para hacer las investigaciones.

Se precisó que se trataba de la especie Caranx hippos o Carangoides bartholomaei, mejor conocida como jurel amarillo, de los cuales algunos fueron enterrados, por los mismos lugareños, y otros quedaron en la intemperie.

Francisco Guevara Aguirre, inspector de la dependencia, levantó algunos ejemplares para llevarlos a la coordinación de Protección contra Riesgos Sanitarios.

Por su parte, Ángel Guillén Rosas, representante del sector pesquero de esta zona, aseguró que esta especie apareció en estado de descomposición y se comercializa a un bajo precio en el mercado.

El pescador descartó que existan cientos o miles ejemplares de esta especie muerta en la zona, ya que sólo se encontraron entre 30 y 40, de los cuales 20 fueron enterrados y otros quedaron a la intemperie.

En los últimos días, han aparecido diferentes ejemplares muertos en la costa veracruzana. Primero fue una ballena de más de 9 metros, en Playa Norte, en la ciudad de Veracruz.

Después una tortuga lora, en peligro de extinción, en Boca del Río y luego cerca de 300 rayas en el municipio de Úrsulo Galván.

limh