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El gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, les mandó un mensaje a quienes aseguran que se volverá a ausentar de la entidad: "¡qué la boca se les haga chicharrón! me andaban cafeteando y aquí estamos".

Vallejo aceptó que en el municipio de Apatzingán se han registrado 920 muertos como lo afirmó el sacerdote Gregorio López en un reporte que envió a El Vaticano y del cual EL UNIVERSAL da cuenta en su edición de este martes.

En conferencia de prensa en la Cámara de Diputados, a donde acudió a solicitar más recursos para la entidad en el Presupuesto de Egreso de la Federación, Vallejo dijo que el religioso tiene razón y no tienen por qué minimizar ni ocultar la realidad.

"No sé cuando se refiere a los 920, de cuántos años sea, pero los van acumulando en las cifras, mucho de lo que dice el obispo Patiño (sic.), tiene razón, no tenemos por qué minimizar, ni ocultar la realidad, (cuando) vamos acabando con algún cártel que se genera en Michoacán, ya tenemos cárteles de los estados circunvecinos como el grupo Milenio o Nueva Generación de Jalisco", comentó el priísta acompañado de legisladores de todas las fuerzas políticas.

Dijo que ahora que ya se restableció físicamente, se preocupa por la salud de sus colaboradores y principalmente por la del estado.

Reiteró que presentará una denuncia contra la senadora panista, Luisa María Calderón, quien hace unos días acusó que los hijos del mandatario estatal tienen vínculos con el crimen organizado en su entidad.

"Obviamente que voy a proceder, son cuestiones que no se pueden quedar porque luego se van quedando en la mochila y pesan mucho en la vida, yo no voy a permitir que por atacarme a mí, obviamente ataquen a mi familia, eso no lo puedo yo aceptar por ningún motivo, porque están rebasando las reglas de la política, las reglas de civilidad, las mezquindades, las mentiras, el me dijeron, no se vale y menos para afectar la vida así de los que son mis hijos", comentó.

spb