Piden comida y agua, dicen que no les ha llegado la ayuda y solicitan a los automovilistas que viajan con dirección a la autopista del sol y costa chica víveres

Ante la falta de agua, comida, medicamento y empleo, habitantes del poblado de Tres Palos salieron a la carretera de cuota del Viaducto Diamante para pedir ayuda a los automovilistas pues desde hace una semana ninguna autoridad gubernamental los ha atendido luego de que sus viviendas resultaron afectadas por la tormenta tropical Manuel.

Debajo del puente que conecta con el poblado de Tres Palos y en la entrada de acceso a su comunidad, perteneciente al municipio de Acapulco y que atraviesa la vía de cuota del Viaducto Diamante, los habitantes sostienen mantas con la leyenda: "Zona afectada urgente apoyo, comida, medicamentos, víveres", donde la exhiben a los automovilistas.

A los automóviles que se detienen, les piden agua para tomar, ropa o despensa para poder comer, pues señalan que desde hace una semana no han recibido la ayuda del gobierno del estado y la laguna de Tres Palos al desbordarse por las lluvias de la tormenta tropical Manuel, inundo sus casitas de madera.

Al menos 35 familias que habitan la zona de El Varadero que se ubica a la orilla de la laguna de Tres Palos, dicen que se mantienen de la pesca y de la venta de plantas pero sus víveres fueron dañados por el agua.

Maurina Díaz, dijo que la gente que pasa en sus automóviles les obsequia una torta o bolillo, pero sólo para pasar el hambre un rato.

Comentó que la lluvia provocó la caída de un árbol en su casa que quedó destruida en el techo y hasta el momento ningún autoridad los ha visitado para apoyarla y quitarlo.

"Paramos a los carros para que nos de ayuda, porque la autoridad no nos quiere ayudar y nos vemos obligado a pedir en la carretera".

"Nos llegaba el agua hasta la cintura, un árbol le cayó a mi casa y no ha venido nadie ayudarnos ni a ver como estamos, ahí sigue el árbol, no nos han traído nada de apoyo", dice Maurina Díaz quien muestra las fotos de los daños que sufrió su casa.

Silvio Castrejón, dijo que el agua se metió a sus viviendas y le llegaba hasta la cintura y las plantas de su vivero quedaron llenas de lodo por lo que ya no las puede vender.