Seguimos a la espera de poder salir de Acapulco
Hace dos semanas, la tormenta tropical Manuel azotó el territorio guerrerense dejando miles de casas bajo el agua y severos daños en la infraestructura carretera.
Hoy las situaciones a las que se tiene que enfrentar la población damnificada y las personas que quedaron varadas han crecido. A la pérdida del patrimonio se suman el desabasto y las enfermedades.
En Guerrero, la gente se cuestiona la falta de coordinación entre todos los niveles de gobierno y se preguntan por qué no hay planes de contingencia orientados a la población, que sigue enfrentando lluvias por los recientes fenómenos meteorológicos.
Efraín González, uno de los ciudadanos que junto con su familia se quedó en condición de damnificado en Acapulco, narró que la población ahora está sufriendo el desabasto de agua potable e incluso de gas.
La familia de Efraín se enfermó de las vías respiratorias y estomacales, pero ha salido adelante. Su suegra mayor de edad y uno de sus hijos fueron trasladados vía aérea junto con otras personas a la ciudad de México.
"Nosotros seguimos en la espera de poder salir, ya que somos muchísimos los automovilistas que deseamos hacerlo. Esperaremos al día de mañana de manera que 'pueda' bajar el tránsito de salida", comentó.
Para González, la terrible situación que vive el famoso puerto mexicano hace notoria "la falta de coordinación de todos los niveles de gobierno (...) el Ejército Mexicano tiene que entrar con su plan DNIII y poner en práctica labores de rescate y ayuda a la población.
Enfatizó que es muy importante que se informe a la población porque de otra forma se vive en la ignorancia y especialmente se cree en los rumores.
Añadió que "por lo que pudimos ver, no existen hasta ahora, planes de contingencia, orientados a la población".
Dijo que de tenerlos se podrían tener opciones diferentes ya que cuando no hay salidas por tierra ni aire (al haber sido dañadas las carreteras y el aeropuerto) la opción sería el mar.
"¿Por qué no se establece una comunicación con los puertos más cercanos que serían Manzanillo, Lázaro Cárdenas o Huatulco, utilizando barcos de carga para el suministro de víveres y perecederos, 'ferris' para llevar y traer vehículos de transporte, barcos-tanque con combustible suficiente?".
También consideró urgente la rehabilitación definitiva de la Autopista del Sol para evitar áreas de reconstrucción permanentes, mejorar la carretera federal, implementar planes de seguridad en coordinación con los hoteleros, hospitales y lugares públicos.
Eso "permitiría salvaguardar y mantener el control de los turistas varados en esta ciudad".
Efraín y su familia están albergados en el Centro de Convenciones, bajo el mando de militares que suministran medicinas, alimentos y otros servicios.
Acapulco sigue sufriendo los estragos del mal tiempo. Según otros testimonios, y ante la reciente afectación causada por un sistema de baja presión en el Pacífico, la población está desanimada, aunque limpian sus casas, nuevas lluvias las vuelven a inundar.
Otros se niegan a ser desalojados y prefieren permanecer en los techos de sus casas.
A unos más los aqueja el desabasto de productos básicos. Efraín explica que ha visto falta de agua potable por la ruptura de la tubería y porque la planta potabilizadora que está dañada.
"Al no disponer de este servicio los hoteleros dependen de pipas de agua que cada vez más está escaseando el servicio".
También la falta de gas afecta varios restaurantes de comida rápida y de pequeños negocios, "cuyos dueños pagan el gas con un incremento de cerca del 200%".
"Acapulco necesita de nuestra ayuda, pero si el gobierno no pone de su parte, va a ser muy difícil la reconstrucción y el volver a levantar a Acapulco como el centro de diversión y recreo de los capitalinos", agregó.
spb