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El Vive... ¿ya no se Vive como antes?

César Reveles| El Universal
01:27CIUDAD DE MÉXICO | Viernes 28 de marzo de 2014
Los cambios del Vive Latino no siempre han convencido a sus seguidores

EVOLUCIÓN Los cambios del Vive Latino no siempre han convencido a sus seguidores. (Foto: Archivo )

Bandas anglosajonas en contraste con el aspecto 'latino' que supuestamente tenía el festival o bien precios que se han disparado a lo largo de los años, son todos algunos cambios que no siempre han gustado a los asistentes desde que nació el famoso Vive Latino

Este jueves comenzó la maratónica jornada rockanrolera del Festival Iberoamericano de Cultura Musical, mejor conocido como Vive Latino, ahora en su edición XV. Pero ¿qué tanto ha cambiado el evento desde su primera edición de 1998? ¿Ha cambiado para bien o para mal?

Desde el tipo de bandas, pasando por los costos de los boletos y hasta la logística, la estructura general del festival se ha modificado a lo largo de su historia. Las críticas o halagos por parte de los asistentes e incluso de los músicos invitados, no se han hecho esperar, e incluso no faltara quien prefiera los aspectos de las antiguas ediciones.

A continuación, un recuento de los cambios mas substanciales que, para bien o para mal, ha sufrido el concierto Vive Latino a través de los años:

Boletos

Cuando surgió el evento en 1998, el precio por día era de tan sólo 180 pesos por día, en contraste con los casi 600 pesos actuales por día en el caso del ticket sencillo. Ahora, en 2014, un pase Platino o VIP llega a superar los mil pesos por día, duplicándose así el costo casi a un 100%, esto para los bolsillos de un público en su mayoría compuesto por jóvenes. 

Logística

La organización y constancia del evento no siempre ha sido la misma. Cabe recordar que el festival se suspendió en las ediciones de 1999 y 2002, además de que no era regular en el número días por edición. En 2005 por ejemplo, sólo se organizó un día de conciertos, mientras que en 2013, de cuatro se redujo a tres, luego de la cancelación de Morrisey.

Apenas este 2014 se estrena la jornada de cuatro días, aunque con ello la oferta de bandas estelares por día se ve reducida, al tener que distribuir a los grupos durante el fin de semana completo. 

Salvo que se adquiera el abono, es díficil que con un solo boleto el asistente pueda abarcar a todos los 'headliners' prometidos en el cartel y tenga que conformarse con 'rellenos', aunque también es cierto que se puede dar oportunidad a músicos nuevos, con propuestas más arriesgadas o simplemente poco conocidos. Pero la pregunta está en el aire: ¿la cantidad puede estar sacrificando la calidad?  

Las bandas

A pesar de las más de 500 distintas bandas que se han presentado en el Vive, la empresa organizadora ha recibido numerosas críticas, primero porque el aspecto "latino" del festival, tal como reza su mismo nombre, se ha perdido con los años al invitar a cada vez más bandas de origen anglosajón.

Para un sector de la fanaticada, la llegada de bandas que cantan en inglés sólo provoca que el Festival pierda su esencia y por lógica su denominación de "Latino".

Por otra parte, la incursión de grupos tropicales, norteños o incluso sonideros en el evento que se definía como "roquero", no son tan bien vistos por parte de algunos fans que prefieren un concierto definido en un sólo género, el rock, tal como sucedía en los inicios del evento.

El fundador del Vive Latino, Jordi Puig, justifica por su parte la aparición de otros géneros a que: "el público de hoy gusta de la música global... es un público más sofisticado y más abierto".

Grupos sorpresa

Una característica del Festival era la llamada Banda Sorpresa, que se presentaba en los sospechosos huecos de los horarios por día en alguno de los escenarios.

Por lo regular se trataba de bandas con cierto renombre dentro de la historia del rock en español. Café Tacuba por ejemplo, sorpendió alguna vez en un escenario secundario. Pero de unos años a la fecha el factor sorpresa se ha conformado sólo de "palomazos" entre vocalistas de distintas bandas, la mayoría de las veces de manera mal improvisada.

Seguridad

Aunque nunca ha habido problemas de seguridad fuertes que lamentar, el festival tampoco ha estado exento de portazos, asistentes aplastados, agresiones a bandas, entre otros atropellos que no siempre han sido controlados por los elementos de seguridad interna.

Con todo, la organización ha mejorado, ya que en años anteriores no se contaban con operativos especiales, tal como el actual servicio de transporte nocturno por parte del gobierno capitalino. También este año, se acordó con la delegación Venustiano Carranza la suspensión de alcohol en los alrededores del Foro Sol.

Tampoco es fácil atender las exigencias de protección civil, basta recordar el caso del Heaven & Hell suspendido apenas a unos días de su realización, debido a que el Estado de México consideró que no se cumplían con las medidas básicas de seguridad.

La experiencia ha evitado que otra vez se terminen las bebidas antes de caer la noche, o que se forre de plástico el suelo por terminar siendo arrancado y usado como pequeños proyectiles. Pero el número de asistentes va cada año en aumento y con ello se hacen necesarias más y mejores medidas de seguridad internas.  

Así pues, después de quince ediciones... ¿el Vive ha cambiado para bien o para mal?

cr/rcr



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