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La dinastía Ortiz de Pinedo 

Ser papá y proovedor para su familia. Esto fue lo que le pensó desde niño el productor Jorge Ortiz de Pinedo, quien ha pasado por la etapa de la diversión, la responsabilidad y la satisfacción con sus hijos Óscar, Pedro, Jesús y Santiago. “Cuando eran niños tenían que acompañarme a los teatros y a los foros de cine y tv, no había manera de dejarlos en otro lado y se empiezan a empapar de lo que hace el padre”, recuerda.

“Han sido muy comprensivos porque no he tenido mucha suerte en cuanto a relaciones y ellos han ‘aguantado con caña’, ahora estoy feliz de verlos felizmente casados y realizados”, refirió orgulloso.

Su hijo Pedro Ortiz de Pinedo, también productor y recientemente padre de una niña de ocho meses con la cual aprende cada día, tiene el ejemplo de un padre trabajador y que él ha tomado como una escuela gratis.

Juntos fundaron una empresa productora en teatro.

“En el sentido profesional ha sido más difícil que otra cosa, sobre todo porque nos dedicamos a lo mismo; muchos dicen ‘seguro produce porque lo metió el papá’ y realmente las cosas que he hecho solo han volado muy bien”, explicó Pedro Ortiz. “Es difícil conseguir esa credibilidad”.

Jorge se considera un padre “barco” que le dio las oportunidades que económicamente pudo a sus descendientes.

“Lo que me gusta de mis hijos es que son divertidísimos. El problema más grave que tuve cuando estuve enfermo (tuvo cáncer) eran ellos, que llegaban a hacerme reír y me dolía todo por su culpa”, contó Jorge, abuelo de cinco nietas.

“Luego, un día les dije ‘todo lo que esté en el suelo, a la basura’. Cuando llegué a mediodía empecé a buscar y le dije ‘oye Oscarito, ¿dónde está tu hermano?’. Me contestó: ‘en la basura porque estaba en el suelo’. Lo metió al bote, me hizo caso”, dijo al carcajear.