Chespirito Puerto Rico también contó con su astucia
CIUDADANO HONORARIO. El actor fue declarado ciudadano honorario por la ciudad de San Juan, y se le hizo entrega de la llave de la capital, según lo destacó el propio director en el libro "El diario de El Chavo del Ocho", publicado en 1995. (Foto: Archivo )
El éxito de los personajes de Roberto Gómez Bolaños hizo que
el actor y dramaturgo se embarcara desde la década del 70’ en una gira mundial
que lo llevó a decenas de países, incluyendo a Puerto Rico.
Una de las primeras visitas de “Chespirito” a la Isla se dio
en 1977 cuando se presentó con su personaje más querido y popular, “El Chavo
del Ocho”, en compañía de casi todo el elenco de la popular serie.
Un año después, el actor fue declarado ciudadano honorario
por la ciudad de San Juan, y se le hizo entrega de la llave de la capital, según lo destacó el
propio director en el libro "El diario de El Chavo del Ocho",
publicado en 1995.
Más de una década después de aquel acontecimiento, en 1990,
el productor Luis Guzmán decidió traer a la Isla el Nuevo Show de El Chavo del
Ocho, sin pensar en el éxito que tendría este espectáculo, en el que cientos de
personas se quedaron afuera.
Guzmán recordó que realizó cuatro funciones de ese
espectáculo, una en el Palacio de Recreación, de Mayagüez, otra en el Coliseo
Pachín Vicéns, en Ponce, y dos funciones en el Coliseo Roberto Clemente, en San
Juan.
Estas presentaciones fueron las últimas con las que Gómez
Bolaños se presentó en la Isla con sus personajes. Del elenco del programa
vinieron casi todos los actores, excepto
Carlos Villagrán (“Kiko”), quien
tuvo una disputa legal con Chespirito por los derechos del personaje, así
como Ramón Valdés (“Don Ramón”), quien
había fallecido.
“Recuerdo que las negociaciones para ese show las hice con
el hermano (de Gómez Bolaños), quien era el que
llevaba la parte comercial y con él fue que se hicieron todas las
negociaciones porque Chespirito no hablaba de negocios. Para llegar al acuerdo
tuve que viajar directamente a México para reunirme con ellos, hasta que se
logró”, recordó Guzmán.
El productor rememoró de aquella visita que a Gómez Bolaños
le encantaba la comida puertorriqueña, en especial el arroz con gandules, los
pasteles y el mofongo.
“Posteriormente, lo llamé y hablamos por teléfono y me dijo:
‘Oye añoro el mofongo de Puerto Rico’. Le gustaba la comida puertorriqueña y
decía que la gente aquí era muy simpática”, compartió.
Otro detalle que recuerda el productor es que el actor había
aprendido frases de Puerto Rico y una que usaba con frecuencia era “Ay,
bendito”. De hecho, la frase “bendito”, que utilizan los personajes de “Los
Chiflados”, dijo que la adoptó de la Isla.
Guzmán también destacó que durante esa gira alquiló una
guagua para todo el elenco para que fuera más fácil la movilidad entre los
pueblos. Comentó que una noche en la que iban de camino a Ponce, Gómez Bolaños
quiso que se detuviera el autobús para escuchar el sonido de los coquíes.
“Recuerdo que paramos cerca de un lugar en Ponce y todos se
bajaron de la guagua a escuchar los coquíes”, rememoró.
El productor destacó la simpatía y sencillez del actor,
quien “no tenía ínfulas de gran actor, siendo un artista de la talla de él”.
Al preguntarle sobre por qué entiende que la comedia de
Chespirto fue exitosa en la Isla, el empresario comentó que, además de su genio
creativo, el artista supo hacer reír a grandes y chicos de forma sana.
La última visita de Gómez Bolaños a Puerto Rico fue en el
2001, cuando presentó la obra 11 y 12, junto a su esposa, Florinda Meza.
crs