La presidenta brasileña y candidata a la reelección, Dilma Rousseff, y el aspirante opositor Aécio Neves moderaron hoy el tono que caracterizó otros cara a cara y se dieron una tregua durante el primer bloque del debate televisivo en el canal Record.

El comienzo del debate, diferente de los otros que tuvieron un inicio tenso, llevó a la mesa de discusión el tema de la tributación propuesto por Rousseff y sobre el que Neves respondió para destacar que el régimen conocido como "Simples" surgió en el Gobierno de su correligionario Fernando Henrique Cardoso (1995-2002).

Sin las acusaciones de índole personal que marcaron el anterior debate el último jueves, cuando Neves cuestionó el crecimiento inferior al 0,3 % para este año, Rousseff calificó a su oponente de "pesimista" y éste, a su vez, criticó la inflación.

"Las personas están asustadas con la inflación", que roza el límite máximo de la meta anual del 6,5%, aseveró Neves, quien preguntó varias veces a Russeff sobre si el Gobierno tenía el control inflacionario.

La mandataria aseguró que su política económica mantenía el control de la inflación, sin necesidad de "disminuir" los empleos y calificó de "arriesgada" la meta propuesta por Neves en un eventual Gobierno con una meta del 3%.

"Tengo la seguridad de que la inflación está bajo control y eso es inequívoco", manifestó la jefa de Estado.

A continuación, Neves comparó el crecimiento del país y el de la inflación con la de otras naciones latinoamericanas, como México, Chile y Perú, pero en su derecho de respuesta Rousseff manifestó que prefería las comparaciones con "grandes" como Alemania.

La seguridad pública volvió a ser un tema que entró en el debate y Neves, como en los cara a cara anteriores, señaló que el actual Gobierno no ejecutó todos los recursos destinados para ese asunto, a lo que Rousseff respondió comparando su gestión al respecto con la de Cardoso.

"Vamos a hacer una campaña mirando para el futuro, no mirando por el retrovisor", volvió a ser la frase de escape de Neves cuando Rousseff comparó números de los Gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) con los del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

El senador socialdemócrata cuestionó también la disparidad en los datos divulgados por el Gobierno y las crisis en el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) y en el Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (IPEA).

El escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras no escapó a las discusiones, pero Rousseff evitó responder directamente a la pregunta de si confiaba en el tesorero del PT, Joao Vaccari Neto, señalado de recibir las coimas del esquema de que supuestamente favorecían a esa formación política.

La salud, finalmente, fue abordada por ambos candidatos, con criticas de Rousseff a la gestión en esa área de Neves cuando fue gobernador del estado de Minas Gerais y que, según ella, dejó de invertir lo que la ley exigía para eso.

En las elecciones del 5 de octubre, Rousseff terminó primera con el 41,5% de los votos, seguida por Neves, quien consiguió el 33,5%.

Para la segunda vuelta, el próximo 26 de octubre, Rousseff y Neves aparecen empatados técnicamente en las encuestas de intención de voto, con una ligera ventaja de 51% sobre el 49% del senador.

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