La guerra civil en Siria que lleva tres años ha provocado al menos 150 mil muertes, de las cuales un tercio son de civiles, dijo el martes el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

El grupo con sede en Gran Bretaña, que monitoriza la violencia en Siria mediante una red de activistas y fuentes médicas y de seguridad, dijo que la cifra real sería significativamente superior, de unos 220 mil.

Los esfuerzos para terminar con el conflicto reuniendo a los representantes del presidente Bashar al-Assad y de la oposición han fracasado hasta el momento. El mediador de Naciones Unidas para Siria dijo la semana pasada que era improbable que las conversaciones se retomen pronto.

Los últimos datos de la ONU, publicados en julio de 2013, dejaron la cifra de muertos en al menos 100 mil, pero Naciones Unidas manifestó en enero que dejaría de actualizar la cifra porque las condiciones en el terreno hacían imposible realizar estimaciones precisas.

El Observatorio dijo que había registrado las muertes de 150 mil 344 personas desde el 18 de
marzo de 2011, cuando las fuerzas de seguridad de Assad dispararon por primera vez a manifestantes que pedían reformas.

El grupo de monitorización señaló que casi 38 mil rebeldes murieron, entre ellos combatientes del Frente Nusra -la filial de Al Qaeda en Siria- y el Estado Islámico de Irak y el Levante, que es una escisión de Al Qaeda que incluye a muchos extranjeros.

Han fallecido más de 58 mil combatientes leales a Assad, entre ellos miembros de fuerzas de seguridad regulares y milicias aliadas al Gobierno sirio, así como 364 combatientes de la milicia libanesa chií Hezbollah y otros 605 musulmanes chiíes.

Además, el Observatorio dijo que 18 mil personas estaban desaparecidas después de su detención por parte de las fuerzas de seguridad, mientras que otras 8.000 habían sido detenidas por las fuerzas rebeldes o secuestradas.