La policía australiana irrumpió y abrió fuego en el Lindt Chocolat Cafe de Sídney, donde un clérigo islamista armado mantenía como rehenes a un número indeterminado de personas, sin embargo al menos cuatro de los cautivos resultaron heridos.

Versiones de prensa, sin confirmación oficial aún, indican que habría dos personas muertas, incluido el autor del secuestro, identificado como Man Haron Monis, quien habría sido abatido por la policía.

Durante el asalto se escuchó una fuerte explosión y sonidos de disparos, mientras zapadores ingresaron en la cafetería con un robot para desactivar explosivos, ya que el secuestrador había advertido que tenía cuatro bombas.

La televisión australiana mostró imágenes de agentes poniendo a salvo a los liberados cerca del establecimiento, donde paramédicos daban los primeros auxilios a los heridos.

Minutos antes, cinco personas -tres hombres y dos mujeres- retenidas en el interior del café del centro financiero de Sídney, salieron corriendo del establecimiento en medio de una gran confusión, reportó el diario local The Age en su sitio web.

Tras el fin del asalto, varios policías comenzaron a salir de la cafetería, tomada por más de 16 horas por un líder religioso de origen iraní, identificado como Man Haron Monis, según la televisión australiana.

La toma de rehenes en el Lindt Chocolat Cafe, que se ubica dentro de la Martin Place, un edificio de fines del siglo XIX en el distrito financiero y de negocios de Sídney, ocurrió a las 09:45 horas locales (22:45 GMT del domingo) .

El autor del secuestro obligó a los rehenes a sostener una bandera negra con letras blancas contra el aparador del establecimiento, en la que se leía en árabe: "No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta" .

Medios australianos aseguraron que ese hombre, un iraní de 49 años, fue condenado por abuso sexual y de ser cómplice de asesinato de su exesposa.

Además Maron Monis fue condenado en 2012 por enviar cartas amenazantes y ofensivas contra los familiares de ocho soldados australianos muertos en Afganistán, como protesta por el papel de Australia en el conflicto del país centro-asiático.

Australia también es uno de los principales países que integran la coalición internacional, encabezada por Estados Unidos, para combatir a los yihadistas del Estado Islámico (EI) en Irak y Siria.