El presidente Barack Obama hizo un llamado a la calma y el entendimiento en Ferguson después de que el lunes un jurado investigador decidiera no procesar judicialmente a un policía blanco por la muerte del joven negro Michael Brown. El mandatario pidió control a vecinos y policías.

"Somos una nación construida bajo el estado de derecho, por eso necesitamos aceptar la decisión del jurado investigador", declaró Obama en un mensaje transmitido en la noche desde la Casa Blanca luego de que se anunciara la decisión del jurado.

El presidente dijo que es comprensible que los estadounidenses estén "profundamente decepcionados e incluso enojados" de que el policía Darren Wilson no fuera acusado formalmente. Sin embargo, Obama hizo eco al llamado que hicieron los padres de Brown para que cualquier protesta sea pacífica, en memoria de su hijo.

Al mismo tiempo, Obama buscó disipar la idea de que las relaciones raciales en Estados Unidos se han deteriorado, pese a las protestas en Ferguson, estado de Missouri. Al pedir a los estadounidenses no negar los progresos recientes, el mandatario instó a los ciudadanos enfocar su atención a formas de acercar a la policía y las comunidades ante la muerte de Brown.

"Eso no se logará lanzando botellas, rompiendo cristales de vehículos. No se logrará usando esto como excusa para dañar propiedades", agregó Obama. "Y ciertamente tampoco se logrará dañando a alguien".

Sin embargo, lo que comenzó en Ferguson minutos después de la decisión del jurado investigador contrastaba con el llamado de Obama a la calma. Mientras él hablaba desde un salón de prensa de la Casa Banca, las televisoras mostraban a Obama en la mitad de la pantalla y en la otra las violentas manifestaciones en Ferguson.

La muerte de Brown, ocurrida el 9 de agosto, desató semanas de protestas. Brown y un acompañante, ambos de raza negra, fueron confrontados por el oficial Wilson cuando salían de un mini súper. Brown no iba armado.

 ams