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José Vales Desde el Cono Sur

José Vales Corresponsal| El Universal
06:30Lunes 08 de septiembre de 2014
Cuando todo es un reaggeton

Cuando la política se transforma en lo que los políticos brasileños la vienen transformando por estos días, de difamaciones y acusaciones constantes desde la cima del poder para destrozar a una candidata en ascenso, puede entenderse mucho mejor por que figuras públicas, artistas e ídolos, despiertan lo que días pasados despertó la desaparición física de Gustavo Cerati.

Una catarata de amor y de dolor para alguien que acompañó la vida de miles, que con sus letras ayudo a que todo sea un poco mejor, logro mucho mas que un ejercito de políticos profesionales cuya misión en este mundo es justamente, la de transformar la vida de sus gobernados, dirigidos.

Marina Silva acusa a la presidenta, Dilma Rousseff, de utilizar todo el aparato de propaganda del gobierno para destruirla. Ya lo había advertido Lula hace un par de semanas "Conozco a Marina, incluso mas que a Dilma y te aseguro que no será presidenta..." Y en esa tarea parecen estar abocados porque la usina de rumores y de criticas contra la postulante que amenaza el liderazgo del PT no cesa. Tampoco importa que se trate de la que fue, hasta hace unos anos, una de las estrellas electorales de ese partido de donde salió asqueada de acuerdos con la derecha política.

Hay formas y formas de hacer política como las hay de hacer música. Una vez Cerati, durante un concierto en Chile y antes de tocar "Cuando pase el temblor" le pidió al público "Despiértenme cuando pase el reggaeton". Hoy esa frase aterra, si se tiene en cuenta que poco después, la voz de Soda Stereo, se durmió por más de cuatro anos y no volvió a despertar hasta que el pasado jueves abandono este mundo. Para muchos puede ser la convicción de que la era de ese ritmo vino para quedarse. Políticamente, todo en Sudamérica es un reggaeton. No solo Brasil y la forma que va incubando una crisis de proporciones, sino Venezuela con su Padre Nuestro chavista (entre otros rezos tan clientelistas como procaces de su elite del poder) la Argentina, donde los preparativos para el final del kirchnerismo promete ser ruidoso y festivo, cuan reggaeton en plena madrugada. Con una presidenta que se encierra cada vez mas en si misma que ya no oculta la decisión de reprimir la protesta social con gendarmes que no velan por los derechos humaos básicos, cuando no salen a perseguir a vendedores de dólares, por orden superior para evitar que la divisa estadounidense se dispare. Un gobierno en el que anidan militares con el uniforme manchado de sangre, como el comandante en jefe, Cesar Milani, al decir de algunos organismos de derechos humanos, y otros ex militares insurrectos a cargo de la seguridad, como el ex coronel Sergio Berni. Un gobierno que no le encuentra la vuelta a una economía desbordada y que ya no oculta sus preferencias para la sucesión por un hombre de la derecha criolla como el jefe de Gobierno de Buenos Aires, Mauricio Macri quien no para de subir en las encuestas.

Y son esas encuestas la que comenzaron a preocupar a los gobernadores peronistas y al propio candidato Daniel Scioli. No son pocos los que preparan una ruptura con el kirchnerismo para que en el caso en que se incendie la discoteca donde suena el reggaeton, los encuentre a
prudente distancia, listos para otras parrandas.

Y de esas no suelen faltar. Tampoco están escasos quienes las buscan. Como el caso del ex presidente de Colombia, Ernesto Samper, quien en su tiempo debió soportar la conspiración de Juan Manuel Santos en su contra y ahora, lo ayuda a conchabarlo como secretario General de Unasur, sin importarle a el, el cargo y los gobiernos sudamericanos cual fue la historia del nuevo funcionario regional en su gobierno.

Por alli, el ex mandatario chileno Ricardo Lagos, presionando al gobierno de Michelle Bachelet en el que funge su hijo e un momento en que los planes del gobierno parecen empantanados en el Parlamento y en los cajones oficiales.

Pero todo parece importar poco. No son tiempos de sutilezas y buen gusto ni en la música ni en la política. Por eso la despedida a Cerati fue lo que fue. Porque se va agotando un tiempo y el reggaeton sigue sonando, amplificado, desde lo mas alto del poder.

jram



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