aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




José Vales Desde el Cono Sur

José Vales / Corresponsal| El Universal
07:05Buenos Aires | Lunes 19 de mayo de 2014
Cuestiones morales

En Estados Unidos, políticos, empresarios y estudiantes se dicen impresionados por la personalidad del presidente de Uruguay, José "Pepe' Mujica. No es para menos. En estos tiempos convulsionados y de falta de liderazgos, donde "la verdad la razón la tiene el  más guita (dinero) y la moral la dan por moneditas..." (Enrique Santos Discépolo), la personalidad de este ex guerrillero rompe todos los esquemas posibles. Lo hace con las mejores armas que empuño a lo largo de una vida, que supo de fusiles y de libros: el sentido común, la honestidad y la humildad.

Si algo le sobra a Mujica es sentido común y moral. Dos condiciones que solidificó en el contacto directo con los sectores más populares y en los 12 anos de una cárcel tan dura como podía ser una prisión militar en tiempos de dictadura y luego de haber desafiado al Estado.

Por eso puede decir lo que dice cuando afirma que ": Los uruguayos no somos muy trabajadores, pero no somos coimeros (corruptos)" Ese fue un tiro por elevación para la Argentina, en ese deporte tan de Mujica de cuestionar a sus vecinos que con sus decisiones económicas suelen afectar a su "paisito". Enseguida, aparece el secretario General de la Presidencia argentina, Oscar Parrilli y responde "nosotros tampoco". Y ahí si, el peso de la verdad termina por darle el round al presidente uruguayo.

Un hombre que vive como vive Mujica, que su salario de presidente, termina en una donación y que llena de peso sus palabras, aparece en contraste por estos días nuevamente, con la imagen que dan otros gobiernos y políticos sudamericanos con ganas de acceder al poder. Aquí, del otro lado del Río de La Plata, y tan cerquita de Parrilli, se sigue moviendo Amado Boudou, vicepresidente argentino y coleccionista de evidencias, pruebas y causas de corrupción, al que la oposición le pedirá en las próximas horas la renuncia al cargo, o al menos una licencia, para enfrentar a la Justicia. El ya avisó. "No pensé en tomar licencia".

En algún momento la presidenta, Cristina Kirchner deberá explicar el por qué de Boudou. Al menos políticamente. Pero antes debería explicar la verdadera relación de la familia Kirchner con Cristóbal López, un empresario del juego quien en la última década vio crecer sus arcas vertiginosamente. Tan vertiginosamente como a lo largo de esta década creció el narcotráfico en el país. Y ya se sabe que para que el narcotráfico se plante, crezca y reproduzca, lo primero que se necesita son instituciones débiles y un afán por la coima (Mujica dixit), condiciones que la Argentina reúne sin problemas.

Pero no sólo en la Argentina, la personalidad de Mujica -y no su gestión que posee errores y aciertos como la de cualquier mortal- interroga también por estos días a los colombianos, a pocos días de acudir a las urnas en un proceso electoral de los más sucios y accidentados que recuerde ese país.

Después de las denuncias cruzadas entre el presidente, Juan Manuel Santos, candidato a la reelección y el uribista, Oscar Iván Zuluoaga, la campana venía moralmente devaluada. Pero la aparición de un video donde se ve a este último, junto a su asesor Luis Fernando Hoyos y al detenido Andrés Sepúlveda, lo deja no sólo fuera de juego en las urnas sino también al borde de la cárcel.

Los avances en las negociaciones de paz en La Habana, el pasado viernes, y el video en cuestión, aparecen como las cartas que Santos guardaba en su manga para el final de la recta final de la campana. Ahora sólo resta esperar las próximas 48 horas para saber si le

alcanza con esto para remontar hasta conseguir todo en primera vuelta o seguirá necesitando de un "ballotage".

No obstante, lo que queda en el tintero de semejante desmadre político es la apatía de los  votantes que rehúyen de la política ante el avasallamiento de la ética, como lo demuestran las encuestas en Colombia o en Brasil, otro país donde este ano habrá elecciones, por ejemplo. La necesidad de que la política recupere sus códigos y recree una cuestión que para muchos es anticuada y en desuso, como la moral, es cada vez más urgente.  La presidencia de Mujica, en el universo político sudamericano, es una muestra (¿Solitaria tal vez?) de que no todo está perdido, de que es posible ser pragmático, tener sentido común, ser honesto y gustar a la vez tanto en el ALBA como en el "Imperio", mientras la economía de su país crece y las cifras sociales mejoran. Datos que serán testeados en las elecciones presidenciales uruguayas del próximo 26 de octubre, donde el gran favorito es el ex presidente Tabaré Vázquez.  Entonces comenzará la etapa final de un Mujica, que sólo espera retirarse a su finca diminuta a cuidar sus cultivos y a guiar a los más jóvenes. Tal como lo establece sus preceptos morales.

 



Ver más @Univ_Mundo
comentarios
0