La española Teresa Romero, la auxiliar de enfermería afectada por el virus del Ébola, se encuentra estable dentro de la gravedad, afirmaron este viernes fuentes del Hospital Carlos III.

El caso de Romero, el primero que se contagia de ébola fuera de África, es el único confirmado, pero hay otras 13 personas ingresadas en el nosocomio bajo vigilancia.

Las fuentes confirmaron que se habilitó la cuarta planta del hospital para facilitar el descanso de todo el personal médico que atiende a Romero y al resto de personas ingresadas, mientras que la quinta y la sexta están reservadas a la atención.

Como cada viernes, el Consejo de Ministros del gobierno español celebrará su reunión semanal, pero hoy analizará la evolución de la situación generada por el caso de ébola detectado en la auxiliar de enfermería.

Todos los ministros, excepto el de Economía, Luis de Guindos, quien se encuentra en Washington, y el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, harán una evaluación de las medidas que se han puesto en marcha ante la crisis del ébola.

En la reunión, la ministra de Sanidad, Ana Mato, presentará un informe.

Desde que se confirmó el lunes pasado que la auxiliar de enfermería, quien atendió al religioso Manuel García Viejo, que murió por el virus del ébola, también estaba infectada, declaraciones de los representantes de sanidad y diversas acciones han propiciado una situación crítica.

Los miembros del equipo médico que atendieron a García Viejo y a otro religioso infectado, Miguel Pajares, han denunciado que el protocolo no fue el adecuado y que fue el personal con menos cualificación el que asumió las tareas de mayor riesgo al manipular al enfermo y los residuos infectados.

Dentro de las líneas de investigación que los sindicatos piden se investigue, es si el material usado fue correcto, si estaba en óptimas condiciones y si se formó adecuadamente a los profesionales.

Otra de las cuestiones que se pide investigar es porqué cuando Teresa Romero empezó a sentir síntomas, se le mandó a su hospital de referencia, el de Alcorcón, donde el aislamiento no fue estricto, y no al Carlos III, donde se trató a los infectados de ébola.

El primer caso de ébola en España provocó también una avalancha de informaciones falsas en las redes sociales, al extremo de que se han falsificado páginas de medios de comunicación alertando de nuevos casos de contagio de virus.

La policía pidió ya un buen uso de estas herramientas para no generar más alarma social.

jram