Aviones militares turcos atacaron posiciones de los rebeldes kurdos en el sureste de Turquía, en uno de los mayores ataques aéreos contra el grupo rebelde desde que comenzaron conversaciones de paz hace dos años para poner fin a una insurgencia de tres décadas.

El ataque se produjo en momentos de altas tensiones en Turquía por el avance del grupo Estado Islámico contra la ciudad kurda de Kobani, en Siria. Los kurdos en Turquía acusan al gobierno que quedarse de brazos cruzados mientras kurdos sirios son masacrados en la asediada ciudad al otro lado de la frontera.

El regreso de la violencia entre el gobierno turco y el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) ilustra la complicada situación que enfrenta Turquía mientras negocia su papel con la OTAN en la coalición anti Estado islámico.

El PKK y grupos afiliados, entre ellos los combatientes que defienden Kobani, son una importante fuerza en tierra tanto en Irak como en Siria para combatir al Estado Islámico, pero Turquía aún considera al PKK como un adversario terrorista peligroso.

La prensa turca ha ofrecido diversos reportes de los ataques, pero la agencia noticiosa privada Dogan dijo que aviones F-16 de la fuerza aérea atacaron blancos del PKK en la provincia de Hakkari, cerca de la frontera con Irak, el lunes.

Una declaración militar dijo el martes que los rebeldes atacaron con cañones un puesto militar en Hakkari el lunes, haciendo que las fuerzas armadas respondiesen al fuego. La declaración no mencionó ataques aéreos. Una declaración previa dijo que las fuerzas armadas habían respondido "de las forma más fuertes" a un ataque rebelde.

La agencia noticiosa Firat, cercana al PKK, confirmó los ataques aéreos y dijo que al menos cinco localidades alrededor de Hakkari fueron atacadas. La agencia ofreció una versión diferente de los acontecimientos, diciendo que las fuerzas armadas turcas habían atacado a los rebeldes en la región con artillería durante tres días, obligando al PKK a responder atacando una unidad militar.

Líderes kurdos, incluso el encarcelado líder del PKK Abdulá Ocalan, han advertido que la caída de Kobani daría fin al proceso de paz, mientras que el comandante del PKK Cemal Bayik dijo, de acuerdo con la prensa turca, que algunos combatientes que se habían retirado del territorio turco como parte del proceso ahora han regresado.

En tanto, el primer ministro turco Ahmet Davutoglu acusó a los kurdos de usar el proceso de paz para "chantajear" a Turquía a fin de obligarla a actuar en defensa de Kobani, pero dijo que su gobierno está determinado a proseguir esfuerzos de paz.

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