Ana Anabitarte Desde Europa
El virus del ébola ha llegado a Europa. A España en concreto. Y su llegada se ha debido a una decisión del gobierno conservador que preside Mariano Rajoy (Partido Popular) de repatriar de Sierra Leona (África) a dos misioneros españoles que estaban infectados. Ambos viajaron a Madrid donde a las pocas horas fallecieron porque además de tener 68 y 75 años su enfermedad estaba muy avanzada. Y uno de ellos contagió a la enfermera Teresa Romero que fue quien lo cuidó y quien es hasta el momento la única persona infectada en Europa. Pero podría haber más. De hecho, además de Teresa en España hay 80 personas con bajo riesgo y 15 personas en cuarentena voluntaria que todos ellos estuvieron en contacto con ella en los 15 días que pasaron hasta que fue ingresada. Todas están en observación. El ébola, una enfermedad enormemente infecciosa y letal, no se expresa más que cuando aparecen los síntomas de fiebre alta. Así que esta semana es decisiva porque es en la que se cumplen 15 días desde que estuvieron en contacto con Teresa y por tanto cuando deberían comenzar los síntomas en caso de haberse infectado.
De manera que ahora en la Unión Europea la preocupación es enorme. Los líderes políticos se preguntan por qué se contagió Teresa y si España estaba preparada o no para recibir un enfermo de ébola. Y Bruselas sigue sin recibir una respuesta clara del Ejecutivo de Rajoy que sigue sin saber que ocurrió. Además en Europa se teme que la enfermedad se propague. Hasta el momento sólo se conoce el caso de Teresa pero hay varios enfermos en Francia, Alemania y República Checa, que podrían tener el ébola. La directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa, Zsuzsanna Jakab ha reconocido que es "bastante inevitable" que haya más casos de ébola después del contagio de España.
Ante la gravedad de la situación y la falta de información aportada por el gobierno español -la ministra de Sanidad Ana Mato sólo ha comparecido en dos ruedas de prensa y no ha dado ninguna entrevista-, dos expertos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), que es la agencia de salud pública de los 28 países que conforman la Unión Europea (UE), viajaron la semana pasada a Madrid para investigar lo que había pasado. Y sus conclusiones fueron muy claras: el hospital Carlos III, donde está ingresada Teresa y donde murieron los dos misioneros enfermos que fueron repatriados, no está diseñado para cubrir este tipo de emergencias y las instalaciones no son las adecuadas tal y como viene denunciado el personal sanitario que trabaja allí.
Este jueves la Comisión Europea y la presidencia italiana de la UE han convocado a los ministros europeos de Sanidad a una reunión extraordinaria para abordar la crisis del ébola. Será entonces cuando se volverán a pedir explicaciones a España. También analizarán si es necesario revisar los protocolos de seguridad que está utilizando España. Saben que si se hubiera ingresado a Teresa la primera vez que fue al hospital con temperatura en lugar de darle el alta porque la fiebre no era mucha, se hubieran evitado muchos posibles contagios.
Oficialmente y tal y como se esperaba, la Comisión Europea ha respaldado a España y ha dicho que el gobierno está dando los pasos necesarios para comprender lo que ha ocurrido. Pero la preocupación de los líderes europeos es patente. Son muchos los que creen que el gobierno español actuó mal, con una total falta de precaución e improvisando a cada momento. Y sobre todo, son muchos los que piensan que el país no estaba preparado para acoger a un enfermo de ébola. Las imágenes del personal sanitario que atiende a Teresa con trajes pegados con cinta adhesiva y que han sido publicadas por los medios de comunicación de medio mundo han provocado estupefacción y sobre todo, intranquilidad. ¿Son esos los medios con los que cuenta el país para tratar una enfermedad tan infecciosa y letal como el ébola?
Y mientras en España se investiga qué pasó en el resto de países europeos se han puesto en marcha medidas de prevención y sobre todo, se han creado comités de expertos. En el Reino Unido el primer ministro británico David Cameron ha creado un comité de emergencias llamado Cobra que está analizando los riesgos que supone para el país el virus del ébola y que ha puesto en marcha medidas de prevención por si se presentara algún caso más como un mayor control en los aeropuertos y en las estaciones de trenes para detectar y asilar los posibles casos de ébola. Además el ministerio de Asuntos Exteriores ha actualizado sus recomendaciones para viajar a España y tras reconocer que las posibilidades de ser infectado por ébola son bajas, advierte a sus ciudadanos del riesgo de viajar a España y les recomienda que en caso de cualquier sospecha de haber sido expuesto al virus acudan a las autoridades médicas. También les recomienda tener un seguro apropiado y dinero por si fuera necesario pagar un tratamiento médico o ser repatriado.
También en Francia se están tomando medidas ante la posibilidad de que aparezca un caso de ébola. El gobierno que preside el francés Francois Hollande está preparando un edificio a las afueras de París para los enfermos de ébola en cuarentena. También la ministra de Sanidad ha comparecido en rueda de prensa varias veces y ha dado numerosas entrevistas para explicar a los ciudadanos las medidas de prevención que ha tomado.
Seguramente esta semana el resto de países de la UE pondrán en marcha mecanismos de control de fronteras para evitar que el virus llegue. También este jueves los ministros de Sanidad de los 28 se reunirán para hablar de repatriaciones, de controles de seguridad en las fronteras y de protocolos de seguridad. Ojalá también hablen de África. El lugar donde se expande la enfermedad (en Sierra Leona hay un contagio cada cinco horas), el lugar donde han muerto más de 4 mil personas, y el lugar donde hay que parar el virus. Ojalá también se pongan de acuerdo para destinar allí muchos más millones de euros que ayuden a combatirla.