Casi 5 meses después de las elecciones al Parlamento Europeo la Unión Europea (UE) sigue sin tener su gobierno formado. El proceso es largo y tedioso pero además este año los nombramientos de algunos eurodiputados para ocupar determinadas comisiones parecen ser una "broma pesada", tal y como han denunciado Los Verdes. Por eso después de pasar un exámen la semana pasada varios de ellos no han recibido el visto bueno del resto de los eurodiputados. Así que esta semana deberán volver a hacerlo y tratar de convencer al resto de que son las personas idóneas para el puesto.

Y es que entre los candidatos figuran un británico, Jonathan Hill, elegido para estar al frente de la comisión de Servicios Financieros. Y uno se pregunta cómo un británico va a dirigir esa comisión teniendo en cuenta que el Reino Unido no forma parte del Eurogrupo (utiliza la libra y no el euro) y que el primer ministro David Cameron ha prometido un referéndum en el 2017 sobre la pertenencia a la UE. Como también es sorprendente que un ex ministro de Hacienda francés vaya a estar al frente del control del déficit, es decir, tendrá que vigilar los presupuestos de los estados miembros, cuando Francia acaba de anunciar que no cumplirá las cifras de déficit previstas para este año. O que un ministro de Defensa griego vaya a dirigir la inmigración, cuando varias ongs llevan años denunciando que el gobierno griego no respeta los derechos humanos de los inmigrantes. O que un húngaro encabece los derechos fundamentales teniendo en cuenta que el derechista gobierno húngaro ha recortado los derechos y libertades de los inmigrantes.

Pero quizá quien más difícil lo tiene es el candidato español y ex ministro de Agricultura del presidente Mariano Rajoy (Partido Popular, PP), Miguel Arias-Cañete. Su figura no está muy bien vista en el seno de la unión después de unas declaraciones machistas que hizo hace algunos meses. Pero es que además opta al cargo de comisario de Energía y Cambio Climático cuando él, su mujer y su hijo tenían acciones en empresas petroleras como Petrologis Canarias y Ducar. Él reconoció que tenía unos "pequeños intereses", que finalmente resultaron ser acciones por un valor superior a los 400 mil euros. Al hacerse públicas las vendió. Pero su cuñado la sigue teniendo, aspecto al que se negó a contestar pese a que fueron muchos los que le preguntaron. "Ni mi mujer ni mi hijo ni yo tenemos acciones en la actualidad", se limitó a decir en la Eurocámara.

Así que el ex ministro la semana pasada se pasó tres horas defendiéndose como pudo y contestando también como pudo a las numerosas preguntas de los eurodiputados en especial de Los Verdes y de Izquierda Unidas, quienes le preguntaron por sus proyectos, por su cuñado y por sus posibles conflictos de intereses. Y después de hablar en inglés, en francés y hasta un poco en alemán, terminó su intervención sin convencer a casi nadie.

De manera que esta semana deberá pasar un segundo examen ante la comisión de Asuntos Jurídicos de la Eurocámara. El Grupo Popular Europeo (221 eurodiputados) por supuesto le apoyará. Izquierda Unida y Los Verdes, quienes están tan descontentos con su posible nombramiento que han montado una campaña contra él en Avaaz.org en el que le describen como un "Capo del petróleo", votarán en contra, así que será el Grupo Socialista (191 eurodiputados) el que decida.

Si éstos votan en contra, el PP "en venganza" podría votar en contra del nombramiento del ex ministro de Hacienda francés, el socialista Pierre Moscovici. Pero podría ocurrir que ambos partidos se pongan de acuerdo y ambos voten a favor. Osea, que se produzca un intercambio de estampitas igual que los niños intercambian sus cromos de futbol, y acuerden que "yo apoyo al tuyo y tu a cambio apoyas al mío".

Y precisamente en ese confía Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, así que no tiene previsto hacer ningún cambio en la lista con la esperanza de que todos los designados sean los elegidos. Las audiencias concluyen este martes y el jueves los presidentes de los grupos políticos se reunirán para decidir si piden oficialmente la retirada de algún comisario o algún cambio de cartera. O si el intercambio de estampitas ha funcionado.