Amenazas no evitarán acción en migración: Casa Blanca
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La Casa Blanca denunció hoy lo que ve como una amenaza de algunos republicanos de forzar un nuevo cierre de la Administración, si el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, toma medidas sobre inmigración con las que no estén de acuerdo, y advirtió que el mandatario no se echará atrás a la hora de actuar.
"Fue una pena cuando los republicanos lanzaron una estrategia para cerrar el Gobierno debido a la ACA (la reforma sanitaria). Eso tuvo un impacto negativo en nuestra economía", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en referencia a la parálisis de la Administración durante dos semanas en octubre de 2013.
"Y esperamos que los republicanos no hagan lo mismo de nuevo, al paralizar el Gobierno por un esfuerzo de sentido común y bipartidista para tratar de mitigar al menos algunos de los peores problemas que ha causado nuestro sistema de inmigración roto", agregó Earnest en su conferencia de prensa diaria.
Obama anunció hace dos meses que al final de este verano tomará acciones ejecutivas para arreglar lo máximo posible el sistema de inmigración del país, ante el estancamiento del proyecto de reforma migratoria en la Cámara de Representantes.
Muchos legisladores republicanos temen que el presidente planee algún tipo de acción para regularizar a parte de los 11 millones de indocumentados que viven en el país sin el visto bueno del Congreso.
Esta semana, senadores republicanos como Marco Rubio y Steve King sugirieron que su partido podría intentar luchar contra ese tipo de medidas a través de las negociaciones para el presupuesto de las agencias federales, que debe aprobarse antes del comienzo del próximo año fiscal, el 1 de octubre.
En una entrevista con la publicación conservadora Breitbart el martes, Rubio dijo que, cuando el Congreso regrese de su receso el 8 de septiembre, "tendrá que haber algún tipo de voto presupuestario" y se mostró "interesado en ver qué ideas tienen mis compañeros sobre usar mecanismos de fondos para lidiar con este asunto (las acciones ejecutivas en inmigración)".
Por su parte, King declaró hoy al diario Des Moines Register que si Obama intenta "legalizar" a indocumentados, eso "cambia la dinámica de cualquier resolución de continuidad (de fondos para las agencias federales) y cómo lidiaríamos con eso".
No obstante, varios portavoces republicanos negaron hoy que exista una estrategia del partido para cerrar el Gobierno, y subrayaron que ni Rubio ni King aludieron explícitamente a una parálisis de la Administración.
Alex Conant, un portavoz de Rubio, aseguró hoy que el senador por Florida no quiere que haya un cierre del Gobierno, y que lo único que ha pedido "es que (el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry) Reid permita votar soluciones republicanas a la catástrofe migratoria que afronta nuestra nación".
"Lo único que quiere cerrar Rubio es el mandato de Harry Reid como líder de la mayoría al ganar una mayoría republicana (en las elecciones legislativas) este noviembre", señaló Conant al diario Político.
Ruth Guerra, una portavoz del Comité Nacional Republicano (RNC), también desmintió en un comunicado las acusaciones que han hecho Earnest y algunos líderes demócratas, como la presidenta del comité nacional de ese partido, Debbie Wasserman-Schultz.
"Puede que inventarse peticiones (republicanas) de un juicio político (a Obama), y ahora de un cierre del Gobierno, aumenten la presencia en los medios de los demócratas, pero no aumentarán la tasa abismal de aprobación de Obama", aseguró Guerra en un comunicado.
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