Al menos 910 insurgentes y 82 militares han muerto en la ofensiva de las Fuerzas Armadas de Pakistán contra grupos talibanes y redes yihadistas en el noreste del país desde que comenzó el pasado 15 de junio, informó una fuente oficial.

Otros 269 militares han resultado heridos en la operación "Zarb-e Azb" (Afilado y cortante) en la región de Waziristán del Norte, principal bastión del integrismo armado en el país, según el servicio de comunicación del Ejército (ISPR).

La ofensiva, en la que participan mas de 30 mil soldados, ha logrado expulsar a los insurgentes de las principales ciudades de la zona en las que se refugiaban, como Miranshah, Mirali, Datta Khel, Boya y Degan, aseguró el ISPR en un comunicado.

La actuación de las Fuerzas Armadas paquistaníes ha permitido también despejar 88 kilómetros de carreteras y destruir casi una treintena de fábricas de explosivos, cohetes y munición, además de incautar numeroso material de guerra empleado por estos grupos.

Más de un millón de personas han tenido que abandonar sus casas en la región, según un estudio del Instituto Jinnah, uno de los principales centros de análisis del país asiático.

Esos desplazados están acogidos en campamentos instalados con ayuda del ejército paquistaní, el gobierno y Naciones Unidas.

Las zonas tribales del país asiático concentran a un gran número de insurgentes debido a su difícil accesibilidad y su situación remota, por lo que suelen ser también objetivo de operaciones militares contra los talibanes.

jlc