Bombardeo de dron en Pakistán deja 6 muertos
Al menos seis supuestos insurgentes murieron hoy por el bombardeo de un dron estadounidense contra una vivienda en la región tribal de Wazirisitán del Norte, en el noroeste de Pakistán, informó una fuente oficial.
El ataque, tercero de este tipo en una semana, tuvo lugar en el área de Darga Mandi durante la madrugada, cuando el avión espía lanzó dos misiles, según un miembro de la Administración local de Waziristán del Norte, Alí Afzal.
Tras medio año de interrupción en sus actividades en Pakistán, los drones estadounidenses han vuelto a operar coincidiendo con el inicio de una ofensiva integral del Ejército paquistaní contra los yihadistas en el cinturón tribal del país asiático.
Entre el 11 y el 12 de junio pasados, dos aviones no tripulados lanzaron sendos ataques que acabaron con la vida de 16 supuestos insurgentes, en su mayoría combatientes de origen uzbeko, según la versión de las autoridades.
Tres días después de ese bombardeo, las Fuerzas Armadas anunciaron el inicio de una ofensiva contra los talibanes y otras redes yihadistas que operan en Waziristán del Norte, una operación en la que ya han muerto cerca de 200 supuestos milicianos.
Esa coincidencia llevó a algunos analistas locales a afirmar que, a pesar de las habituales protestas formales del gobierno paquistaní por la acción de los drones estadounidenses, el aparato de seguridad no ve con malos ojos la ayuda que suponen en su esfuerzo por neutralizar a la insurgencia.
Los aviones espía reaparecieron la semana pasada tras una suspensión que se inició a finales de diciembre, y que se interpretó como una gesto de Washington en apoyo del fallido proceso de diálogo con los talibanes impulsado por el Ejecutivo paquistaní.
Tras llegar a su pico de actividad en 2010, los drones estadounidenses efectuaron el año pasado una treintena de bombardeos en Pakistán y acabaron con la vida de cerca de 150 personas.
Según la organización estadounidense New America Foundation, los ataques con drones en Pakistán han causado desde 2004 entre 2 mil y 3 mil 500 muertos, un diez por ciento de los cuales eran civiles.
jlc