EU evalúa dejar de espiar a líderes aliados
Enfrentados con una inundación de revelaciones sobre las prácticas de espionaje estadounidenses, el presidente Barack Obama y legisladores en puestos clave dicen que es hora de examinar de cerca los programas de vigilancia que pudieran haber llegado demasiado lejos.
La Casa Blanca sopesa poner fin al espionaje que realiza a líderes aliados, dijo un alto funcionario gubernamental.
El gobierno intenta controlar los daños generados por el escándalo de espionaje que lleva meses desenvolviéndose, incluida la reciente revelación de que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA en inglés) monitoreaba las comunicaciones de la canciller alemana Angela Merkel.
Aún no se toma una decisión final sobre la vigilancia a los aliados, agregó el funcionario.
La Casa Blanca también enfrenta quejas en el país por el hecho de que la NSA haya recolectado millones de registros telefónicos de los estadounidenses y haya revisado el correo electrónico y el tránsito en internet en general. La Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes examinaría endurecer las normas en torno a esos programas contra el terrorismo en una audiencia a efectuarse el martes.
Cuando se le preguntó en torno a los reportes de fisgoneo a otros líderes mundiales amigos, el presidente Barack Obama respondió en una entrevista telefónica que el gobierno estadounidense efectúa "una revisión total de la forma en que nuestra inteligencia opera fuera del país". El mandatario no quiso proporcionar detalles específicos ni decir cuándo se enteró acerca de las operaciones de espionaje.
"Lo que hemos visto en los últimos años es que sus capacidades (de inteligencia) siguen desarrollándose y expandiéndose, y es por ello que ahora estoy iniciando una revisión" para asegurarse de que hagan lo que deben hacer, aunque sus capacidades puedan ser mucho mayores, declaró el lunes en Fusion, una nueva red televisiva.
Por su parte, el presidente de la cámara baja, John Boehner, dijo que debería efectuarse una revisión exhaustiva en la que se tenga en mente la responsabilidad de mantener a los estadounidenses a salvo del terrorismo, así como las obligaciones del país con sus aliados.
"Tenemos que hallar el equilibrio correcto en esto", dijo Boehner, republicano por Ohio. "Y es evidente que tenemos un desequilibrio".
La senadora Dianne Feinstein, presidenta de la Comisión de Inteligencia del Senado, pidió el lunes una "revisión total de todos los programas de inteligencia" tras las críticas de Merkel. En un comunicado, la legisladora demócrata por California dijo que la Casa Blanca le había informado que la "recolección de datos de nuestros aliados no continuará".
El funcionario gubernamental, quien carece de autorización para dar su nombre al hablar sobre el tema y pidió guardar el anonimato, dijo que esa afirmación no es del todo exacta, pero sí indicó que ya se hicieron algunos cambios no especificados y que se sopesa realizar más, incluido el poner fin a la recolección de comunicaciones de jefes de Estado amigos del país.
Los reportes basados en filtraciones de Edward Snowden, ex analista de sistemas de la NSA, indican que ésta escuchó las comunicaciones de Merkel y de otros 34 gobernantes extranjeros.
"Con respecto a la recolección por parte de la NSA de datos de inteligencia de líderes de países aliados de Estados Unidos -incluidos Francia, España, México y Alemania_, permítanme afirmar en forma inequívoca: me opongo totalmente", afirmó Feinstein. Dijo también que Estados Unidos no debería estar "recolectando llamadas telefónicas ni correos electrónicos de presidentes y primeros ministros amistosos" con el país, a menos que se trate de una emergencia y con la aprobación del presidente.
En respuesta a las revelaciones, funcionarios alemanes dijeron el lunes que Estados Unidos podría perder su acceso a una importante herramienta policial utilizada para rastrear las transferencias de dinero utilizadas para el terrorismo. Otros aliados estadounidenses también han expresado su molestia por el hecho de que Washington espíe a sus líderes.
ahd