Las dudas de sus aliados y el escaso apetito del pueblo estadounidense para digerir una nueva guerra, obligaron hoy al presidente Barack Obama a recular y anunciar que solicitará el apoyo del Congreso para acometer una intervención militar en Siria de alcance limitado.

Tras una ronda de intensas consultas con miembros del Congreso, el presidente decidió escuchar la opinión del liderazgo demócrata y republicano que le aconsejaron buscar el apoyo y legitimidad de un proceso de deliberación antes de ordenar el inicio de hostilidades contra el régimen sirio de Bashar al- Assad.

"Aunque creo que puedo autorizar esta operación sin la autorización del Congreso, he decidido escuchar el consejo de líderes de ambos partidos para debatir y buscar la autorización", aseguró Obama en una decisión que dejó en claro su decisión de compartir el elevado precio de una intervención militar de impredecibles consecuencias.

El abandono de los ingleses y las críticas aceradas del presidente ruso, Vladimir Putin, han obligado así al presidente a detener la cuenta regresiva de una intervención militar que, según advirtó, "podría ordenar mañana mismo o dentro de un mes".

La decisión de solicitar la autorización del Congreso, que ha declarado en 11 ocasiones la guerra en toda su historia, ha desatado una intensa ronda de consultas entre los liderazgos demócratas y republicanos que podrían obligar a sus legisladores regresar antes de que concluya el actual receso legislativo el próximo 9 de septiembre.

En su mensaje, el presidente Obama dejó una cosa en claro:

"Después de cuidadosas deliberaciones, he decidido intervenir militarmente en Siria".

"El mundo contempla horrorizado los efectos del peor ataque con armas químicas del siglo XXI", añadió el Obama para mostrar su resolución a favor de una intervención militar a la brevedad.

Esta declaración se vería sin embargo matizada por su decisión de solicitar la autorización del Congreso, una medida que le ha granjeado el inmediato apoyo de algunos medios y sectores.

Según la más reciente encuesta de la cadena NBC, casi el 80% de la población considera que el presidente necesita la autorización del Congreso para intervenir en Siria.

Aunque el presidente Obama puede autorizar una intervención militar unilateral, el Congreso tiene capacidad para cortar los fondos necesarios. Según la Resolución de Poderes de Guerra, el presidente tiene la obligación de informar al legislativo 48 horas antes de cualquier operación militar.