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Chivas, a semifinales del Clausura 2015

César Huerta/Corresponsal| El Universal
20:12Guadalajara, Jalisco | Domingo 17 de mayo de 2015

Video. Un aficionado intentó golpear al entrenador del Atlas, Tomás Boy, pero uno de los jugadores, Enrique Pérez, logró cortar el trayecto del defensa con una patada

Marco Fabin logr tres de los cuatro goles de las Chivas

HAT-TRICK Marco Fabián logró tres de los cuatro goles de las Chivas. (Foto: Imago7 )

Con hat-trick de Marco Fabián, el Rebaño aplastó 4-1 al Atlas en la vuelta de los cuartos de final

@univ_deportes

La inspiración es caprichosa. Aparece cuando quiere. Sin buscarla. Sin esperarla. Pero cuando invade a alguien, logra cosas increíbles. Es capaz de crear recuerdos imborrables. Es capaz de escribir en las poco accesibles páginas de la historia. Es capaz, sobre todo, de fabricar felicidad. Y cuando de trata de futbol, la algarabía de unos, necesariamente, es la tristeza de otros.

Marco Fabián ha llegado a la cancha del Estadio Jalisco tras un pleito verbal, durante los días previos, con el técnico del Atlas, Tomás Boy, quien lo acusó de escupirle durante el partido de Ida (0-0, en el Omnilife). ¿A qué clase de llamado responde la inspiración? Nadie lo sabe. Cambia, seguramente, de persona a persona. En el caso del rojiblanco, parece que ese problema con el “Jefe” le ha movido el orgullo para sacar lo mejor de él.

Es un Clásico Tapatío. Y esta vez, responde a las expectativas, a diferencia del disputado el jueves pasado. Minuto cuatro. Raúl López, joven revelación del Rebaño Sagrado, levanta la mirada por el costado derecho. Su servicio es cortado por el zaguero argentino Walter Kannemann. El rechace es malo. Al centro. Pésimo.

Ahí justo aparece Marco Fabián. El rojiblanco observa la pelota. Mide el viaje. La espera con paciencia suficiente. Prepara la pierna derecha. La suelta con potencia. Fogonazo. Al ángulo. Imposible para Federico Vilar. Golazo de Chivas, que abre rápidamente el marcador. El Jalisco explota. Y el futbolista celebra sobre la línea de banda, bailando frente a Tomás Boy. Un “escupitajo” al orgullo del “Jefe”.

Pero esto, dicho está, es un Clásico. Y e orgullo es lo último que se pierde en un duelo de esta índole. Por eso, Atlas reacciona de inmediato. No deja que el golpe anímico lo derrumbe. El tiro libre, por el costado izquierdo, se cobra en corto hacia el centro. Juan Carlos Medina controla. Nadie le sale al paso. Tiempo y espacio. Decide y ejecuta. Derechazo del “Negrito”. Al ángulo. Golazo de los Zorros. El 1-1, al '6.

Trepidante arranque de partido. Digno de Liguilla. Las emociones no paran sobre el césped del dos veces mundialista Estadio Jalisco. Rodrigo Millar se “duerme” en medio campo. Jorge Enríquez roba. Toca para Marco Fabián. Conduce sin marca alguna. Ningún defensor le aprieta. Fuera del área, echa un vistazo. Decisión veloz: disparo enorme de pierna derecha. Vilar no tiene posibilidad. La bola se cuelga del ángulo. Fantástico gol del Guadalajara, al '16. El segundo del número 33. La fiesta es rojiblanca.

Tomás Boy se hunde en la desesperación. Su primera modificación es al minuto 28. Saca a Luis Gerardo Venegas y se pelea con él cuando llega a la banca. Ha perdido el control de su grupo. Ha perdido, desde ahí, la eliminatoria. El “Jefe” parece tener las horas contadas como entrenador de los Rojinegros.

La modificación poco arregla en el costado izquierdo de la zaga rojinegra. Esa era la intención, pero no se cumple. Raúl López viene en plan grande. Otra vez el “Deditos” por esa banda. Desborde y servicio raso, con toda la intención de encontrar, en el corazón del Atlas, a Marco Fabián, que hace un buen control para enseguida desbordar su inspiración.

Fabián se acomoda entre dos defensores. Hace un recorte dentro del área, con la derecha. Le queda la bola en la pierna izquierda. Patea de primera intención. Al poste más alejado. A donde jamás llegaría Federico Vilar. Las redes se estremecen nuevamente. Tercer gol de Marco. La tarde de su vida se redondea, al '38. Una actuación inolvidable.

Atlas parece devastado. Y cuando tiene alguna oportunidad de tomar oxígeno, luego de que Jair Pereira pierde la pelota cerca de su área, aparece Luis Ernesto Michel para contener, con la pierna izquierda, un remate en mano a mano de Martín Barragán. El arquero rojiblanco salva y acaba así con toda esperanza de los Zorros.

En la segunda parte, Guadalajara dicta sentencia. Es amo y señor en la que durante 50 años fue su casa. Otra vez Raúl López. Incansable. Incontrolable. Incontenible. Desde su lado, el derecho, el que Isaac Brizuela no supo explotar durante la temporada. “Deditos” levanta un nuevo servicio, siempre con intención.

En el corazón del área, la defensa del Atlas, que acaba de ver salir a su líder Walter Kannemann en un cambio que nadie entiende, está desordenada. Omar Bravo salta más que nadie. Conecta con la cabeza. Coloca la redonda en el ángulo. Deja parado a Federico Vilar. Gol de Chivas. El 4-1 definitivo, al '53.

La cerveza vuela. Los desconocidos se abrazan. Es la fiesta del futbol. Tiene sólo dos tonos: rojo y blanco. En la cancha, la celebración es emotiva. Guadalajara, el equipo que arrancó el torneo con riesgo de descender, se sabe en las Semifinales del Torneo Clausura 2015. De ahí, ya nadie lo saca. Los Rojinegros están fulminados.

hgm 



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