¿Erradicar las barras es la solución?
MEDIDA RADICAL. La polémica por las barras ha provocado todo tipo de reacciones en el medio.. (Foto: Imago7 )
@Univ_Deportes
Para el presidente de la Liga MX, Decio de María, erradicar las barras del futbol mexicano sería una medida "muy radical". El dirigente prefiere estudiar el tema junto con los 18 equipos de la Primera División, para llegar a un justo medio.
"Ser radical no es la respuesta. Una sola fórmula para resolver el problema no es la respuesta. Cada sede tiene sus propias complicaciones. No es lo mismo preparar un operativo para un juego en el Jalisco, que un operativo para un juego en el Omnilife", expresó el dirigente.
Jorge Vergara, dueño del Guadalajara y el mismo presidente de la Comisión Disciplinaria, Eugenio Rivas, propusieran acabar con estos grupos en definitiva. "Unos quieren que se vayan, otros no, los demás están a la mitad. Es cosa de llegar a un justo medio", agregó.
Espera que las leyes endurecidas en torno de la violencia en los estadios sean un buen inicio para atacar el problema. "Esta cuestión la propusimos desde hace tiempo. Ya elevaron las sanciones, más vale tarde que nunca. Ahora falta que haya un mando único para coordinar las acciones y claro, nosotros trabajar desde lo interno", dijo.
El trabajo "interno" consistirá en reunirse entre los dueños de los clubes de la Primera División "para cambiar los reglamentos, y esto será para los torneos de 2014-2015".
El directivo no entró en detalle sobre cuáles modificaciones se llevarán a cabo, "pero debemos adecuarnos a nuestra realidad. En Argentina se perdió el futbol familiar, en Inglaterra se minorizó el problema y nosotros tomaremos medidas para acercarnos un poco al modelo inglés", implementado por imposición gubernamental en los tiempos de Margaret Thatcher, como primera ministro.
Y vino la pregunta directa ¿Garantiza la seguridad en el Clásico?
Y vino la respuesta, no tan directa.
"No, creo que nadie puede garantizarte esto. Por lo menos no los que estamos aquí. Eso te lo podría responder la gente que se encuentra en Guadalajara donde se realiza una junta sobre este tema".
Como Pilatos.
Estos pequeños grupos violentos de aficionados al futbol están en todos lados del planeta y se mezclan entre los aficionados, entre la multitud, son clandestinos y se sienten invencibles. Los violentos son minoría, pero una minoría poderosa y organizada.
El sociólogo Mauricio Murad, de la Universidad Federal de Río de Janeiro, ha dedicado décadas de investigación a entender este fenómeno de la violencia en el futbol en Brasil, uno de los países más aficionados a este deporte, que en años recientes ha sido escenario de imágenes dantescas en las gradas y afuera de los estadios, y que será sede de la Copa del Mundo.
EL UNIVERSAL platicó con el investigador para entender cómo surgen, cómo sobreviven, cómo se financian y cómo se adiestran estos grupos que ahora proliferan en el futbol por todo el planeta y que también están en México.
"El futbol no sólo debe ser entendido como pasión deportiva, es también, un laboratorio social", asegura el sociólogo, quien advierte: "La violencia en los estadios y en el futbol está íntimamente ligada a la impunidad y la corrupción que hay en estos países".
Por ello, indica "ordenar la desaparición de las barras para intentar acabar con el problema sería el más grave error, porque estos grupos no van a desaparecer, pasarán a la clandestinidad y entre la multitud, en las gradas, cobijados por el anonimato, continuarán actuando... y no habrá mecanismos para controlarlos".
Y agrega: "Prohibir la pertenencia a las hinchadas y cancelar que existan las barras y los grupos de porras es un gran equivoco. No se pude castigar a un colectivo por la acción de pequeños grupos, es necesario castigar a estos pequeños grupos de delincuentes y no criminalizar a un colectivo que es legítimo, democrático y popular y que también son víctimas de esta violencia".
La venta de drogas, el alcohol, las prebendas de clubes, la nula fiscalización del gobierno, la falta de preparación de la policía para el control de multitudes y la pertenencia a grupos del crimen organizado, son sólo algunas de las causas que dan vida a estos grupos violentos y son elementos que a su vez, les ayudan a subsistir, mezclados entre el anonimato que les da pertenecer a las porras de aficionados de los equipos de futbol, según ha documentado este sociólogo durante sus años de investigación.
La mayoría de los miembros de estas barras son jóvenes que se unen a tribus que supuestamente les dan identidad, valor y un sentido que la sociedad parece negarles, pero se convierten en presa fácil de los líderes, en muchos casos, adultos no tan jóvenes ligados a grupos del crimen organizado, que los usan para el control, la distribución y la venta de droga.
Durante sus investigaciones, Maurico Murad pudo documentar que el ambiente de estos grupos está plagado de drogas, alcoholismo e incluso la portación de armas es algo común, al estar vinculados con grupos del crimen organizado, que se apropian del control no sólo de territorios aledaños a los clubes, incluso de los estadios y sus alrededores.
Para el especialista, toca a la policía realizar el trabajo de investigación para y control, represión y principalmente, los trabajos de prevención. "La prevención es más rápida, eficaz y más barata que la represión", dice.
"Tenemos policías que no están preparados para controlar a una multitud, que tienen una psicología y una sociología diferente. Las persona que están inmersas en una multitud se sienten en anonimato, se sienten poderosas y creen que pueden hacer todo. Y la policía no está preparada en el conocimiento de esta cultura y es cuando vienen los problemas al actuar de manera equivocada y que incluso, los ponen en peligro".
Ante tal situación, "hay una serie de causas que ayudan a entender el problema, pero en nuestros países, al menos en Brasil y México, hay una problemática muy común que daña todos los niveles de la sociedad y sus interacciones: la impunidad. Es necesario tener penas duras, legales y legítimas, ejemplares, contra estos grupos de vándalos y delincuentes".
"Los clubes deben unirse contra estos grupos violentos y no premiarlos dándoles cabida en los estadios ni el club regalándoles boletos. Debe haber también castigo contra los clubes, los directivos y los futbolistas que se vinculen a estos grupos y cambiar esta cultura de violencia y agresión que confunde al adversario con el enemigo", detalla el investigador.
Y en todo esto, según el especialista, el papel de los medios de comunicación debe de ser fundamental y estar en la primera línea de acción.
"Los hinchas son el alma del futbol, son la musicalidad, la alegría, la pasión, la coreografía y los cánticos", asegura Murad.
Antiguamente en Brasil, cuando el futbol dejó de ser exclusivo de las élites, existía una vieja costumbre que buscaba cohesionar a la sociedad: los seguidores del equipo victorioso debían pagar una comida, los seguidores del equipo perdedor, en señal de que esta rivalidad sólo era en el juego, pero había una aprecio por la belleza del deporte. Así lo documentó el periodista Mario Filho en su mítico reportaje O Negro no Futbol Brasileiro. Con el tiempo esto se perdió.
mcs
Impunidad y la corrupción, ‘nutren' a los grupos violentos
¿Cuáles son los detonantes de la violencia en el futbol? ¿Por qué un espectáculo puede convertirse en el escenario de sangrientas batallas? No importa si hablamos de las barras de La 12, Los Guerreros o Los Borrachos del Tablón en Argentina, los torcedores Sao Paulinos del Sao Paulo FC en Brasil, los hooligans en Inglaterra o los Ultra Bad Boys del Estrella Roja de Belgrado.