Chivas gana 'entre amenazas' a Pumas
EL GOL DEL TRIUNFO. Rafael Márquez Lugo anotó el gol de la victoria. (Foto: Imago7 )
Es apenas la segunda victoria del Apertura 2013
para Chivas. Una campaña mediocre. El riesgo de la tabla porcentual cada
vez más cerca. El 1-0 sobre Pumas no es suficiente para olvidar. La
afición explota cerca del minuto 90. Las mantas
son una amenaza clara. “Se van o mueren”, “Antes del descenso
conocerían el panteón”, se puede leer en la tribuna oriente.
Guadalajara está cada vez más cerca del descenso.
Tiene dos semestres sin calificar a la Liguilla. Un club con pasado
grande y presente chico. Los seguidores no pueden más. Exigen, a su
manera, soluciones a este pésimo andar de un plantel
que arrastra el prestigio de la institución. Es el triste epílogo de
una campaña para el olvido.
En un duelo de grandes, se esperan acciones
sorprendentes dentro del terreno de juego. Pero la primera de ellas se
da fuera de él. Juan Carlos Ortega, técnico del Rebaño Sagrado, toma por
fin valor para sacudir un poco a su plante. Luis
Ernesto Michel va a la banca. Su lugar en el arco lo ocupa el campeón
olímpico Antonio Rodríguez.
Misma suerte corre Néstor Vidrio, quien luego de
varios errores individuales en los últimos partidos, es suplente frente a
la UNAM, que tiene 31 años sin vencer al conjunto tapatío en su casa.
En su puesto, el estratega coloca a Patricio
Araujo, habitual mediocampista de contención que no desconoce la
posición, pues ahí fue campeón del mundo Sub-17 en 2005.
El atrevimiento del entrenador rojiblanco es
plausible salvo por una cosa: para Chivas y probablemente para él mismo,
ya es demasiado tarde. Guadalajara sólo pelea por evitar la vergüenza
de terminar el Apertura 2013 sotanero y al estratega
parece que no le queda demasiado futuro en la banca de este club.
Los movimientos ofrecen cierto resultado, pues el
Rebaño Sagrado se planta mejor en retaguardia, un poco por el orden que
“Pato” imprime y un tanto más por la displicencia universitaria al
momento de atacar. Javier Cortés intenta a balón
parado, al ‘7, pero “Toño” Rodríguez vuela para enviar a tiro de
esquina.
Guadalajara, que no ha hecho gran cosa en los
primeros minutos, tiene un golpe de suerte. Abraham Coronado , por el
costado, intenta un disparo raso que sale a los pies de Aldo de Nigris.
El control del delantero no es bueno. La redonda
sale elevada, dentro del área. Efraín Velarde no puede despejar. Rafael
Márquez Lugo aparece para mandarla a las redes. Gol del Guadalajara, al
’12.
Y si Chivas es un caso preocupante, Pumas no se
queda atrás. Por algo son dos de los peores equipos en la actual
campaña. La UNAM tiene muy poca capacidad de respuesta cuando se ve
abajo en el marcador. Los disparos lejanos de Javier
Cortés (’17 y ’20) no son suficientes. Y cuando Luis García entra al
área con una pelota filtrada (’31), el arquero local se recuesta a sus
pies para apagar el peligro.
El Rebaño Sagrado genera a cuentagotas. Durante
la primera parte, sólo Aldo de Nigris se planta frente al arco pero su
potente disparo es rechazado por Alejandro Palacios, que salva a Pumas
con un vuelo efectivo, al ’41.
Para el complemente, se espera una reacción
importante por parte de los visitantes. No es así. Este es un puma sin
garras. El cuadro de José Luis Trejo ofrece pocas variantes. Luis
García, tras una larga conducción, manda un zurdazo potente.
Antonio Rodríguez ya nada puede hacer. La pelota estremece el travesaño
y abandona el campo, al ’61.
Tres minutos más tarde, Chivas tiene un tiro
libre cargado a la banda izquierda. Rafael Márquez Lugo decide cobrar
directo, con efecto suficiente para dejar a “Pikolín” fuera de toda
posibilidad. Pero el balón sacude el travesaño y Pumas
se salva.
El pobre funcionamiento colectivo del cuadro
universitario se hace todavía más evidente en los minutos finales,
cuando se va al frente en busca de la igualada con mucho ímpeto, pero
nula idea. Genera sensación de peligro con rebotes y
balonazos al área, pero nunca con una jugada elaborada.
Chivas se mete en lo suyo. Defiende con
atingencia. Ataca lo justo, cuando hay oportunidad, pero sin demasiado
interés por aumentar el marcador. Así, los minutos se diluyen sin
sobresaltos. Parece que será una victoria tranquila. Pero
no lo es. Al minuto 90, aficionados en la tribuna alta oriente,
aparecen en escena.
El movimiento es inteligente. Premeditado.
Razonado. Se colocan justo frente a donde toda la prensa habrá de
verlos. Sacan pancartas que han logrado superar los filtros de seguridad
que tiene el Estadio Omnilife. Hay mensajes de amenaza.
Intimidan a sus propios futbolistas. Las leyendas que se leen son de
preocupar.
“Se van o mueren”, “Antes del descenso conocerían
el panteón”, “Con la historia no se juega”, “Lárgate Vergara” y “Ya
basta” se puede leer. La afición del Rebaño Sagrado ha explotado. No
puede más con el pésimo paso del equipo. Las mantas
se quedan colgadas en lo más alto de la tribuna, hasta que son
retiradas por personal de seguridad.
El silbatazo final ofrece a Chivas apenas su
segunda victoria de una triste campaña. Un triunfo bajo amenazas de su
propia afición, que en la despedida como local no perdona y tampoco
olvida el pésimo torneo de su club.
hgm