Toledo cobró "un peso" por ceder su museo al INBA
Relevancia. Con la donación del IAGO, el pintor Francisco Toledo entrega una de sus obras más importantes, inaugurada en noviembre de 1988. . (Foto: Cuartoscuro )
Como pocas veces, uno de los artistas plásticos más reconocidos de la época contemporánea bromeó; permitió preguntas periodísticas de todo tipo; se dijo insensible, de piedra, ante el desprendimiento del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO).
Por la venta, Francisco Toledo cobró un peso, del que no pagará impuestos, y se lo va a gastar todo; que seguirá acudiendo al Instituto de Artes Gráficas, "y si no me dejan entrar, los llamo"; seguirá dando la lucha contra el Centro de Convenciones, "hasta tirarlo".
El pintor manifestó su beneplácito por la venta, por un peso, de la institución que fundó hace 26 años, al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Precisó que su familia estará vigilante de la buena marcha de la institución y que seguirá colaborando a través de la asociación civil Amigos del IAGO.
-¿Cuál es su sentir en la entrega? -se le cuestionó minutos antes del acto formal, en la ciudad de Oaxaca.
-¿Cuál es mi qué? ¿Mi sentir?, no siento nada, no puedo sentir, soy de piedra.
-¿La donación se hace a cambio de qué?
-De un peso, y no es deducible de impuestos este peso, es efectivo y me lo voy a gastar yo solito, no tengo que pagar impuestos de ese peso.
Habló de que su familia, "mis 5 galanes" (3 hijas y 2 hijos) estarán atentos para coadyuvar en el desarrollo del IAGO y confió en que estará en buenas manos, como es el INBA.
Evitó polemizar acerca del saqueo de la cuenta bancaria de la institución por parte de la Secretaría de Finanzas; "hoy es un día de fiesta, no vamos a reclamar nada, pero mañana sí". Anunció que a finales de enero acudirá a la ciudad de México a volantear incluso en el Metro, en contra del maíz transgénico.
El artista plástico se desplayó en la entrevista con los medios informativos, contrario al acto oficial de cesión, que pidió fuera breve y sin halagos.
Con la donación del IAGO, el pintor Francisco Toledo entrega una de sus obras más importantes, inaugurada en noviembre de 1988.
La mayoría de los casi 125 mil volúmenes que contiene esta biblioteca, considerada la más importante de artes gráficas en el sureste mexicano, han sido donadas por el pintor.
El IAGO ha servido de espacio a diversos artistas que han expuesto sus creaciones en esta antigua casa ubicada en Macedonio Alcalá.
La decisión de donar el IAGO se dio a conocer después de que el gobierno de Oaxaca sustrajera el recurso de la cuenta Amigos del IAGO, asociación civil que preside el pintor y que se justificó por un supuesto adeudo de impuestos que no se cubrió en tiempo.
sc