Racismo, producto de siglos de esclavitud: Wendy Guerra
GUERRA. "El individuo se rehúsa a asumir los cánones de belleza negros", dijo la reconocida autora. (Foto: Archivo )
Integrante del grupo Bogotá 39, que reúne a las 39 voces de escritores latinoamericanos relevantes, la cineasta, poeta y novelista cubana Wendy Guerra (1970), aseguró hoy aquí que el problema del racismo es un tema producto de siglos de esclavitud.
Entrevistada a propósito de su más reciente publicación titulada "Negra", la ganadora del Premio de la Editorial Bruguera por su obra "Todos se van", se pronunció a favor de que este mal que aqueja a las sociedades, se revierta, a fin de "podernos internar en nuestro propio cuerpo y aceptar a nuestros semejantes".
Afirmó que el problema del racismo es un tema que persiste en Cuba y otras partes del mundo y agregó que en su país se han dictado leyes para que todos sean iguales, "pero el individuo se rehúsa a asumir los cánones de belleza negros".
"El racismo no es un tema de moda, sino un tema del alma, de la necesidad femenina de contar la historia. Es un tema que vengo madurando y que creí que hasta los 40 años no estaba preparada, porque es un tema en el que hubo mucha investigación etnológica sobre cultura, brujería, música cubana", dijo.
En "Negra", Wendy Guerra narra la historia de Nirvana del Risco, la primera heroína negra cubana que se muestra desnuda, abierta y descarnada ante lo que por prejuicios muchos esconden: la bisexualidad, el racismo, la política, el miedo y la cercana intimidad con el enemigo.
Hija de la generación de los años 60 y rebelde protagonista habanera en los 2000, recorre el camino entre lo prohibido y lo sagrado, revelando así ocultas recetas asentadas en una cultura afrocubana (Regla de Ocha).
Rituales que van desde la dinástica brujería cubana, aquella que pocos aceptan abiertamente y se usa en rituales y conjuros cotidianos, hasta el complejo equilibrismo entre raza, sexo, política y religión.
Nirvana huye del oráculo convencida de que el culto afrocubano conserva la leyenda de su vida, pero decide liberarse y cambiar las reglas, desobedecer la letra que le dictan los orishas, retirando así de su vida los antídotos a terribles designios que la acompañan desde su nacimiento.
Condimentos endémicos, acentos oriundos y sensuales, sabores agridulces y tropicales revelan una parte escondida de la mezclada nacionalidad cubana.
A este modelo criollo e ilustrado se le presenta un camino épico, único y oscuro que atraviesa con arrojo, ruta pasional entre Cuba y Francia, donde intenta asentarse, derribando tópicos y rompiendo los estigmas que significan ser hoy en el mundo una hermosa mujer cubana y negra como la noche.
El destino trágico de esta heroína narra una parte sensible y poco explorada por la literatura femenina latinoamericana.
Para Guerra, Nirvana del Risco es un personaje que lucha contra el racismo y sobre todo, "con esta parte intelectual de los cubanos que tenemos y que pertenecemos a una especie de intelecto blanco, mestizo y es un canto a la diferencia y a entendernos con nuestro cuerpo, con nuestra mente y raza".
"Se trata de una novela hecha de seis por ocho en lenguaje, es decir, esos números son los ritmos de los tambores cubanos, una novela que ha llevado años de investigación puesto que se ha hablado acerca de religiones. Es una novela con lenguaje afromusical cubano y a todas las culturas negras que nos componen", señaló.
Afirmó que con esta obra, busca en el lector despertar el derecho a la diferencia, "la belleza de la raza negra, el culto por nuestros cuerpos, la sensualidad de las recetas que existen para enamorar, para encontrar el amor y belleza en los demás".
De acuerdo con la autora, "Negra" será traducida en francés y noruego y será presentada en dichos países próximamente.
rqm