Bellas Artes, "un imponente recinto con magia"
RECINTO. La construcción del Palacio de Bellas Artes fue encargada por Porfirio Díaz con motivo de la celebración del centenario del inicio de la Independencia. (Foto: Archivo )
Considerado el teatro lírico más importante de México y el principal centro dedicado a las diversas manifestaciones artísticas, el Palacio de Bellas Artes -una de las joyas arquitectónicas del México de la primera mitad del siglo XX- es un recinto con magia, pues cualquiera que recorra su explanada es atraído por su imponente arquitectura, afirmó hoy aquí Lourdes Cruz.
Entrevistada previo a una charla que ofreció anoche en la Sala Adamo Boari, la arquitecta egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dijo que este recinto -declarado monumento artístico en 1987, por la UNESCO- es "señorial", tanto sus murales al interior como por su arquitectura al exterior.
"Es un recinto vigente por su majestuosidad", expresó la arquitecta, para quien "la fachada de Bellas Artes se caracteriza por el eclecticismo del Art Nouveau y el Art Deco, de su interior".
En su ponencia "Una mirada al entorno internacional durante la construcción de Bellas Artes", Cruz habló sobre lo que acontecía durante los años 20 y 30 del siglo XX, principalmente en Europa y Estados Unidos, en materia de arquitectura y artes plásticas.
Para la urbanista, en aquellos años existía una diversidad de tendencias artísticas y arquitectónicas, además de cambios de modos de vida.
Incluso, dijo, por ese entonces se gestaba la modernidad del siglo XX y Bellas Artes.
A 80 años de su fundación, señaló que el recinto se está hundiendo, al igual que toda la zona centro, a pesar de tener una parrilla de hierro en su estructura inferior.
Pese a lo anterior, mencionó que este recinto -que alberga diversos escenarios y salas para la práctica y exposición de obras de arte- se encuentra en buen estado.
"El Instituto Nacional de Bellas Artes se ha preocupado por ello y estar en Bellas Artes como artista, como músico u ofreciendo una charla, si impone; es como el lugar cumbre y esperado por muchos artistas", consideró.
La arquitecta afirmó que a ocho décadas de su fundación, al Palacio de Bellas Artes no le hace falta nada y elogió sus acabados en mármol.
"Es un recinto que brilla por si solo, aunque hay que darle su mantenimiento como todo inmueble" , añadió.
La construcción del Palacio de Bellas Artes fue encargada por el presidente Porfirio Díaz (1830-1915) al final de su mandato, con motivo de la celebración del centenario del inicio de la Independencia de México.
Inaugurado el 29 de septiembre de 1934 con una gran función de gala, el recinto alberga 17 obras murales de siete artistas nacionales, además -con frecuencia- da cabida a intensos programa de exposiciones temporales, así como a una gran cantidad de actividades para todo público.
rqm