Con la muerte del pintor Luis Nishizawa (1918-2014) , se va una parte de esa memoria histórica de la patria, toda vez que él fue discípulo de uno de los grandes del muralismo mexicano José Chávez Morado (1909-2002) , aseguró el muralista Ariosto Otero Reyes.

El presidente de la Unión Latinoamericana de Muralistas y Creadores de Arte Monumental (ULMCAM) lamentó la pérdida del artista plástico y pugnó por revalorar su obra.

"Con Nishizawa se va una parte de esa memoria histórica de la patria. Quedan algunos en la filosofía, en el arte, en teatro, en la danza, en muchos campos, pero él es parte de esa memoria porque fue discípulo de José Chávez Morado" , señaló.

Para el autor de obras como "Los pueblos no guardan memoria" , Nishizawa fue un gran artista en todos los campos, pero además un ser humano excepcional y generoso que entregó a sus alumnos lo que sabía, lo que tenía y eso lo hace más grande.

"No lo conocí, pero lo vi un par de veces en la escuela, nunca fui cercano a él, conozco su historia, su obra, su mundo, pero sé que era un hombre ejemplar que sembró en muchos alumnos y dejó una huella y memoria histórica para el país en el campo de las artes visuales" , expresó.

Otero Reyes indicó que a pesar de que Nishizawa no dejó mucha obra mural, "lo que hizo, fue con una gran conciencia y grandeza enorme" .

cvtp