El artista alemán Günter Wangerin se sentó hoy en el banquillo de la Audiencia Provincial de Múnich para recurrir la multa que se le impuso por mostrar en una manifestación un cartel en el que la canciller, Angela Merkel, aparecía con uniforme nazi y un brazalete con la cruz gamada.

La manifestación, organizada en la capital de Baviera (sur de Alemania) por partidos y organizaciones de izquierdas en noviembre de 2012, tenía como objetivo mostrar su apoyo a los países del sur de Europa más afectados por la crisis y por la política de ahorro dictada por Bruselas y, en última instancia, por Berlín.

Wangerin, que fue condenado en primera instancia a una multa de 3 mil euros por "usar distintivos de organizaciones prohibidas", en referencia a la cruz gamada nazi, amparó hoy su acción en la libertad del artista.

"Quería decir: 'Mirad, así es como nos ven los otros'", dijo hoy ante una abarrotada sala judicial entre las ovaciones de sus simpatizantes, destacaron los medios locales.

Sus argumentos no fueron aceptados por el tribunal de primera instancia, quien subrayó que el uso de la cruz gamada está prohibido en Alemania y defendió la necesidad de condenar cualquier utilización de símbolos inconstitucionales, al margen de su finalidad.

El acusado, que aspiraba a recordar con su cartel la ocupación nazi de Grecia, criticó que la justicia tratara sólo de salvar las apariencias y dejó claro que en ningún momento nadie de la manifestación creyó que él podía ser un nazi por enarbolar su cartel.

Su defensa apoyó esta tesis y consideró preocupante que no se admita que se usen símbolos prohibidos para mostrar precisamente el rechazo que provocan.

sc