Holanda investiga arte robado por los nazis
PÚBLICO. Visitantes en una de las salas del Rijksmuseum . (Foto: ESPECIAL )
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Un visitante del Rijksmuseum permanece atónito ante un óleo que retrata a una bella Salomé de rostro angelical sosteniendo en un plato la cabeza de Juan el Bautista. Asombrado por el contraste que el cuadro refleja, el joven observa por varios minutos la escena en la que la joven mira hacia el otro lado del plato que contiene la cabeza del evangelizador cubierta con una manta blanca que, no obstante, deja ver un charco de sangre. Un gesto de pavor se dibuja en su rostro y dirige su vista hacia el siguiente cuadro. Lo que posiblemente ignora esta persona es que detrás de ese óleo, pintado por el retratista holandés Adam Kruseman, en 1861, hay otra historia de terror, de saqueo y despojo.
El cuadro, de unos 120 x 90 cm, es una de las 139 piezas de arte que la Asociación Holandesa de Museos incluyó recientemente en un catálogo de piezas supuestamente robadas por los nazis a los judíos entre 1933 y 1945. La investigación salió a la luz el pasado 29 de octubre, justo una semana antes de que en Múnich se difundiera el hallazgo de las mil 400 obras de arte que Cornelius Gurlitt guardaban en un departamento de esa ciudad alemana y que, al parecer, algunas fueron robadas por los nazis.
"El hallazgo en Múnich también fue una gran sorpresa para nosotros", comenta a este diario Janneke van Hardeveld, vocera de esa Asociación neerlandesa, cuya investigación abre un nuevo capítulo en la historia del arte expoliado a los judíos en Holanda y que, junto con el caso Gurlitt, revive el fantasma del saqueo de arte perpetrado por el régimen nazi en Europa durante la II Guerra Mundial.
A diferencia de la investigación realizada en Alemania, la cual ha sido criticada por la opacidad con la que las autoridades manejaron el caso, la Asociación de Museos Holandeses asegura que su propósito es la apertura y la transparencia en las colecciones museísticas. El proyecto, explica el organismo, busca difundir la información sobre las piezas para que puedan ser identificadas por los descendientes o herederos de sus propietarios legítimos.
Así lo demuestra en la página www.musealeverwervingen.nl que incluye un catálogo con las 139 piezas halladas en diversos museos y galerías que durante cuatro años sometieron sus colecciones a investigación. Esta Asociación, fundada en 1926 con el fin de gestionar apoyos y desarrollar la calidad de los museos, integra 450 recintos de Holanda pero en esta investigación sólo participaron 162 cuyas colecciones cuentan con piezas adquiridas entre 1933 y 1945, periodo del régimen nazi. La indagatoria identificó en recintos como el Rijksmuseum y el Stedelijk, en Ámsterdam, así como en el Museo Municipal de La Haya y el Boymans van Beuningen, de Rotterdam, 69 cuadros, algunos firmados por grandes maestros del arte, como Henri Matisse, Wassily Kandinsky, Lissitzky, Isaac Israëls y Hendrik Breitner; también localizó 24 dibujos, algunos de Jan Toorop, dos esculturas, 31 objetos de artesanía y 13 piezas religiosas.
Los detalles de cada una de esas piezas pueden ser consultados en esa página, denominada como "adquisiciones museísticas" que resulta una mina de información sobre el tema: Historias de judíos que se vieron obligados a vender sus obras para huir de la ocupación nazi, de otros que prefirieron depositarlas o donarlas a los museos bajo la firma de un seudónimo; casos de óleos que aparecieron en subastas realizadas en diversas ciudades de Holanda sin que hasta ahora se conozca el nombre de los propietarios originales, o de los que de manera inesperada y anónima de un día a otro aparecieron en las oficinas de alguna comisaría de policía, la cual al iniciar una investigación y no hallar a los propietarios decidió trasladarlos a un museo.
Aparecen, por ejemplo, una serie de seis dibujos de Jan Toorop que antes del estallido de la II Guerra Mundial pertenecían a un comerciante judío, Jacques Goudstikker. Las piezas, hoy en el Museo Municipal de La Haya, son parte de una serie de 12 dibujos que el pintor holandés realizó entre 1904 y 1905 en una fábrica de velas en Gouda. Después de la huida de Goudstikker de la ocupación nazi, fueron adquiridas por el museo en una subasta organizada por Frederik Muller en octubre de 1940; la otra parte de esos dibujos se encuentra en el Museo Stedelijk en Amsterdam. En esa misma subasta realizada por Muller, galeristas y coleccionistas holandeses habrían adquirido otras piezas como Bild mit Häusern (1909), de Wassily Kandinsky, que actualmente se exhibe en el Stedelijk Museum en Amsterdam.
Otro caso particular es el cuadro de Henri Matisse, Odalisca, que según la información que se difunde en la página habría sido depositado por un comerciante judío alemán, Albert Stern, en el Stedelijk Museum Amsterdam a comienzos de la II Guerra. Por alguna razón desconocida, Stern decidió donar ese y otros dos cuadros bajo el nombre de L. Bangma. Según el museo, están en contacto con descendientes de Stern para la recuperación de la pieza.
La página, que próximamente estará en inglés, fue lanzada con el fin de que los descendientes de propietarios puedan recuperar sus piezas, Janneke van Hardeveld asegura que hasta ahora no se ha devuelto ninguna obra, pero los museos o los encargados de las colecciones públicas, municipales o estatales, están o buscan ponerse en contacto con los herederos. Por ahora, la mayoría de las piezas identificadas siguen en exhibición. "Nuestro objetivo es la apertura y la transparencia. Los herederos pueden reclamar sus objetos en la Comisión de Restitución en Holanda".
Dicha Comisión para la Restitución, integrada por abogados, investigadores, historiadores y especialistas del arte, fue creada por el gobierno holandés en 2002 con el fin de investigar y emitir recomendaciones sobre las decisiones que se deben tomar sobre las solicitudes de restitución de piezas expoliadas durante el régimen nazi y que figuran como propiedad del Estado en Países Bajos.
La investigación, realizada por personal de cada museo bajo la supervisión de la Comisión y con apoyo de la Asociación de Museos, consistió en localizar aquellos objetos que fueron adquiridos por los museos entre 1933 y hasta 1954, identificar las piezas que carecieran de documentación o detalles de su llegada al museo y que pudieran tener "una posible procedencia problemática". Según la Asociación, la investigación se reforzó con documentación en archivos como el del Instituto Holandés para la Historia del Arte y de catálogos de subastas.
Los detalles particulares de cada una de las piezas catalogadas pueden ser consultadas en la página web, en donde se proporciona datos de la obra, una explicación sobre la historia de la pieza, así como una reconstrucción del periplo que han seguido hasta llegar al sitio donde actualmente se encuentran.
Esta iniciativa ha escalado hasta la Casa Real de Holanda, que tras la publicación de esa investigación anunció que permitirá que un equipo independiente de expertos estudie por primera vez la procedencia de todos los objetos artísticos en su poder desde 1933.