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Al encabezar en el Palacio de Bellas Artes el homenaje nacional a Gabriel García Márquez, el presidente Enrique Peña Nieto sostuvo que la muerte del escritor colombiano es una gran perdida no sólo para la literatura sino para toda la humanidad.

Acompañado por su esposa Angélica Rivera, dijo ante la familia del Premio Nobel de Literatura 1982, y del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos que con su obra García Márquez llevó al realismo mágico a su máxima expresión.

"Ha partido un grande, un hombre verdaderamente grande, pero se queda con nosotros su obra, descanse en paz don Gabriel Garcia Márquez", dijo el presidente Peña en su mensaje.

Tras ofrecer sus condolencias a la familia del Premio Nobel, el presidente Peña Nieto indicó que García Márquez asumió que ficción y realidad son inseparables de los seres humanos y de forma especial en América Latina.

Afirmó que el Nobel colombiano llevó a la literatura latinoamericana a la vanguardia de la literatura mundial. "Desentrañó la esencia y la identidad de nuestra América Latina y la proyectó al mundo", puntualizó.

Dijo que si se quisiera personificar a Latinoamérica con un símbolo de emoción, generosidad y grandeza Garcia Márquez sería una figura ideal. Agregó que personas de otras partes del mundo amaron a América Latina a partir de su obra.

"Se asumió como un fabulista que buscaba escribir una historia aun no contada que hiciera más feliz a sus lectores. Su vida y su obra son además inspiración, guía, luz y ejemplo para miles de escritores al rededor del mundo", agregó.

El presidente Peña Nieto narró que en 1982 García Márquez recibió el máximo premio al que puede aspirar un escritor, el Nobel de Literatura, y después ya no aceptó recibir más premios para que otros escritores pudieran recibirlos.

"Sin embargo, Gabriel García Márquez recibió en vida el mayor reconocimiento que existe: el amor y cariño sincero de millones de personas de tofo el mundo.

"Para orgullo de México, nuestro país fue segundo hogar de García Márquez, entre nosotros vivió por cinco décadas. Vino con su familia en 1961, procedente de Nueva York", comentó. Narró que aquí nació su segundo hijo, Gonzalo, y se consolidó su familia.

Recordó pasajes de la vida del escritor, que él mismo había narrado, como el apoyó que le dio Alvaro Mutis cuando llegó a México, su acercamiento a las letras de Juan Rulfo, su trabajo como editor, publicista, periodista, guionista, y su amistad con Carlos Fuentes y su inspiración en camino a Acapulco para iniciar su gran novela "Cien años de soledad".

"Para alegría y honra de nosotros, los mexicanos, nuestro homenajeado escribió en la Ciudad de México la obra que le otorgó reconocimiento mundial. Después de ser galardonado con el Nobel escribió sobre México: aquí he escrito mis libros, aquí he criado a mis hijos...".

Indicó que los mexicanos quisieron a García Márquez y habrán de quererlo siempre "hoy unidos Colombia y México le rendimos un solemne homenaje desde el Palacio de Bellas Artes". Dijo que se despide al escritor con alegría pero convencidos de que se queda entre nosotros.

Indicó que su recuerdo estará con sus amigos y millones de personas y sus libros sobrevivirá a la efímera vida humana. "A partido un gran hombre pero se queda su gran obra".

Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, en compañía del ex mandatario César Gaviria, indicó que vino a Bellas Artes a nombre de 47 millones de colombianos, con el corazón dolido y en un marco apropiado, que incorporó en sus obras el ser latinoamericano.

Destacó que Gabriel García seguirá vivo en sus libros y exaltó gloria a quien mas gloria ha dado a los colombianos. Le dijo a Peña, que México y Colombia se une nuevamente en esta ceremonia de afectos, porque Gabo era una persona de afectos.

Santos recordó que en 1982 impactó al mundo y con el Premio Nobel deja un legado importante con noveles, cuentas, anécdotas y sobre todo la esperanza de unirnos por el bien de nuestros pueblos.


rcr