Con un largo aplauso y con mariposas amarillas de papel volando sobre la urna con los restos de Gabriel García Márquez, fue despedido el Premio Nobel de Literatura tras un acto oficial encabezado por los presidentes de México, Enrique Peña Nieto, y de Colombia, Juan Manuel Santos, quienes celebraron a Gabo como un gran hombre y también como "un escritor que nos deja la esperanza y la tarea de unir a nuestros pueblos".

Luego de que los mandatarios dieron el pésame a la viuda del escritor, Mercedes Barcha, y a sus hijos, Rodrigo y Gonzalo, se reconoció la importancia que Gabriel García Márquez tiene para la literatura latinoamericana y para la literatura mundial.

El presidente de México dijo que Gabo "desentrañó la esencia de nuestra América Latina y la presentó al mundo"; el presidente colombiano destacó la relación de Gabo con México, la magia que tiene Macondo para la literatura universal y para el mundo y concluyó su mensaje señalando: "gloria eterna a quien más gloria nos ha dado".

En punto de las 20:37 horas, concluyó el homenaje nacional organizado por el gobierno mexicano, al que acudieron miles de personas, lectores y admiradores, a despedir al autor de "Cien años de soledad", un hombre del que el presidente Peña Nieto dijo: "ha partido un grande, un hombre verdaderamente grande, pero se queda su obra".

En la explanada de Bellas Artes, la despedida para Gabo fue con una explosión de miles de mariposas amarillas de papel que con el viento se esparcieron por los alrededores del recinto que se rindió ante sus memoria.

rqm