Celebran en grande el 80 aniversario de Bellas Artes
FIESTA. La gente que se encontraba en la explanada gritó y aplaudió, de inmediato, el organillero comenzó a tocar Las Mañanitas y algunas personas, espontáneamente, lo siguieron. (Foto: Patricia Juárez/EL UNIVERSAL )
Video. Proyectan video-mapping en Palacio de Bellas Artes
En la fachada del Palacio de Bellas Artes terminó el video mapping, eran casi las 11:30 de la noche y aún llovía. La gente que se encontraba en la explanada gritó y aplaudió, de inmediato el organillero comenzó a tocar Las Mañanitas y algunas personas, espontáneamente, lo siguieron. Era el cumpleaños 80 del emblema cultural del país.
Adentro, en la Sala Principal que en su casi siglo de vida ha sido escenario de los más grandes artistas nacionales y extranjeros, estaba por terminar un festejo sobrio, desencantado, que concluyó con la interpretación de la Sinfonía núm. 9, Coral, de Beethoven, a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional, el Coro del Teatro de Bellas Artes y cuatro cantantes del Metropolitan Opera de Nueva York, la soprano rusa Anna Samuil, la mezzosoprano búlgara Vesselina Kasarova, el tenor alemán Gerhard Siegel y el bajo austriaco Kurt Rydl.
Los invitados internacionales no sorprendieron a los invitados que acudieron al concierto privado que cerró con un coctel, bocadillos y una banda de jazz en el vestíbulo. La gente salió aprisa, no hubo aplausos ni solicitudes de un encore, los currículos de los cantantes del MET resultaron más espectaculares que su entrega en el cuarto y último movimiento de la obra que concluye de una manera inusual para su época e incluye una adaptación del poema Oda a la alegría del escritor alemán Friedrich von Schiller.
La celebración por el 80 aniversario inició poco después de las 8 de la noche, con una ceremonia protocolaria en la que el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Rafael Tovar y de Teresa, ofreció un discurso para recordar los grandes momentos del recinto ideado por Adamo Boari y concluido por Federico Mariscal.
Desde la primera piedra colocada en 1901 para construir el Teatro Nacional hasta 1934, cuando abrió sus puertas el 29 de septiembre con la Sinfonía Proletaria de Carlos Chávez, con la Orquesta Sinfónica de México, desde entonces, dijo el funcionario, Bellas Artes ha sido "el gran escenario" del país, "la memoria de 80 años de creación del talento de México y el mundo".
Tras su discurso, el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, dijo que "el arte es la forma más elevada de la educación" y que el recinto ha sido un "lugar de encuentro educativo y cultural de la sociedad mexicana".
Luego, tras la cancelación de un timbre postal conmemorativo, el concierto celebratorio dio inicio con el estreno de una obra de uno de los compositores más relevantes de los últimos años, Samuel Zyman, cuya distancia física del país (radica en Nueva York desde hace 30 años) no ha sido impedimento para ser valorado en territorio nacional.
"Fanfarria y fantasía" recibió la ovación del público, El compositor, maestro en la prestigiosa Escuela Julliard, estaba ahí, sonriente, como en otras noches cuando su música ha sido festejada en ese mismo recinto.
Un mexicano más, célebre en el mundo de la música por su virtuosismo en el piano y por ser uno de los más destacados y elegantes intérpretes de Beethoven, Jorge Federico Osorio, un hombre tímido, reservado acaso, que unas horas antes del concierto expresó a la prensa su emoción por ser parte del "agasajo" al recinto.
Osorio, uno de los más eminentes pianistas de nuestros tiempos, internacionalmente aclamado, elogiado por críticos de periódicos como el New York Times, solista en orquestas de prestigio como la Sinfónica de Chicago, interpretó, junto con la Sinfónica Nacional y el Coro del Teatro de Bellas Artes, bajo la dirección de Carlos Miguel Prieto, "Fantasía para piano, coro y orquesta" de Beethoven y debido a la gran ovación regresó al escenario para ofrecer un encore.
Hoy martes, el concierto será para todo público a las 20:00 horas y se proyectará por última vez el video mapping desde las 20:30 hasta las 23:30 horas, cada media hora durante ocho minutos. Y, quizá, el organillero vuelva a entonar Las Mañanitas al gran escenario de México.
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