Restauran solar purépecha en Museo de Antropología
COMPLEJO. La construcción de madera llegó como una donación al MNA, en 1968, cuatro años después de su inauguración. (Foto: Tomada del Facerbook del MNA )
Un solar que data de 1841, símbolo de la cultura purépecha de Michoacán, fue rehabilitado y reinaugurado en el jardín exterior de la Sala Preclásico en el Altiplano Central, del Museo Nacional de Antropología (MNA).
Se trata de la unidad doméstica de dicha cultura, conformada por una troje principal donde se coloca el altar familiar y sirve como almacén de la cosecha, así como por dos accesorias: la cocina y el taller, además de un horno de adobe, señaló la investigadora de la Subdirección de Etnografía del MNA, Catalina Rodríguez Lazcano.
De acuerdo con información del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los restauradores Claudia Blas Rojas y Óscar Ibarra elaboraron un dictamen para conocer el estado de la construcción de madera y establecer los pasos a seguir para su conservación.
Los trabajos fueron realizados por personal del recinto y habitantes de Angahuan, quienes trabajaron 18 días para colocar el techo en las tres estructuras del solar; además, en la parte más alta de cada una, se instaló un pequeña cruz que sirve para proteger a los habitantes y las cuales se visten con atuendos de hombre o de mujer, según sea el caso.
"Primero volvimos a colocar la techumbre de tejamanil. Invitamos a varios pobladores de Angahuan para que se hicieran cargo de esta tarea, entre ellos el señor Apolonio Bravo, porque es una actividad tradicional que está en vías de extinción, y ya no se consigue el tejamanil, además tuvimos que sacar un permiso para su traslado", indicó Rodríguez Lazcano.
El tejamanil es una lámina delgada de madera, elaborada a partir de un tronco de pino. El oficio de tejamanilero se encuentra en vías de extinción por la falta de materia prima y por la baja remuneración, refirió el INAH.
Al finalizar el proceso de rehabilitación, se llevó a cabo una celebración al estilo purépecha, para agradecer la terminación del trabajo que es conocida también como "combate".
En el acto de reapertura, se impartió una conferencia sobre el juego infantil k´uilichi, el cual ha sobrevivido en la comunidad de Angahuan, y se llevó a cabo una demostración del juego de pelota con bastones, llamado uárhukua chanakua.
La investigadora del INAH recordó que la construcción de madera llegó como una donación al MNA, en 1968, cuatro años después de su inauguración. "La tradición oral dice que fue Lázaro Cárdenas quien la donó al museo, pero esto no está documentado", indicó
El solar doméstico está cercado y comprende varias construcciones o trojes con distintas funciones, además del patio y la milpa.
La troje, que representa al género masculino, se construye con gruesos y largos tablones de pino, ensamblados por las esquinas de tal forma que el mismo empalme da estabilidad al edificio, acotó.
De acuerdo con la especialista, la puerta tiene que mirar al oriente para que por la mañana reciba la luz del sol, y al fondo se coloca el altar familiar, que es lo primero que iluminan los rayos solares.
En tanto, la cocina representa la parte femenina y se coloca frente a frente con la troje principal, para que su entrada reciba luz del atardecer.
Es el lugar de reunión, además de servir para preparar los alimentos cotidianos y también los de las fiestas, resguarda las tres paranguas o piedras que forman el fogón, debajo de las cuales se entierran los cordones umbilicales de los niños de la familia.
Los tablones para construir una troje se sacaban del corazón de pino, uno por cada árbol, y el resto servía para la estructura del techo o las columnas labradas con representaciones de plantas y cultivos; en la puerta se tallaban el sol y la luna, así como algunos animales.
La troje del MNA fue construida, probablemente, en 1841, de acuerdo con la inscripción que aparece en uno de los tablones: "Todo el mes de marzo, que se puso un cometa. Año de 1841", y consigna que en enero de 1844 fue desarmada para llevarla a otro lugar.
rqm