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Aunque el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) señaló que el dictamen final sobre los daños causados a la escultura ecuestre de Carlos IV, conocida como "El caballito", estaría listo el lunes pasado, la entrega del documento sigue pendiente.

El documento, que está siendo realizando por restauradores y especialistas de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía Manuel del Castillo Negrete (Encrym), y de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, debería precisar los daños causados a la emblemática escultura luego de una intervención inadecuada, así como las propuestas para revertir las posibles afectaciones.

Ese dictamen también debería responder la serie de dudas que han surgido entre arquitectos, restauradores, historiadores y ciudadanos sobre el proceso de intervención que llevó a cabo Marina, restauración de monumentos, despacho al que le fue adjudicado de manera directa el proyecto.

Ayer, las expectativas sobre los resultados que emitirían los especialistas del INAH se esfumaron luego de que Inti Muñoz, director del Fideicomiso del Centro Histórico, comentó que el INAH seguía trabajando en el documento: "El INAH nos informa que sigue a trabajando a fondo en el dictamen. Consideramos que es muy importante que el análisis se lleve a cabo con todos los elementos y el tiempo necesarios. De ahí, todos podremos obtener conclusiones y aclaraciones, así como definir los pasos a seguir con bases sólidas. Nuestro compromiso es rendir cuentas de lo ocurrido, mantener el diálogo con ustedes y trabajar coordinadamente con el INAH hasta llevar al mejor resultado posible el proceso de restauración de El Caballito", escribió Muñoz ayer por la tarde en el muro de Facebook del grupo El Caballito, Conservación, el cual detuvo la intervención de la escultura mediante la movilización en redes sociales.

En ese mismo grupo, ayer por la mañana, Lucía García Noriega, secretaria de Cultura del DF, quien también funge como presidente suplente del Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos de la Ciudad de México, el cual está integrado por representantes de diversas dependencias del Gobierno del Distrito Federal, declaró que todos los miembros de ese comité aceptaron que "El Caballito" recibiera una restauración y que a esa reunión también asistió el INBA y el INAH. "El Fideicomiso del Centro Histórico y la Autoridad del Centro Histórico son los encargados de la contratación y el grupo contratado tiene que presentar su propuesta al INAH y no se puede intervenir la pieza sin tener la autorización del INAH. Hubo descoordinación y se iniciaron los trabajos sin la previa autorización del INAH. Ahora es el INAH quien tiene que presentar su dictamen después de suspender la continuidad de los trabajos", escribió la funcionaria.

García Noriega también comentó que hasta hoy los miembros del Comité no han sido convocados a ninguna reunión extraordinaria para tratar el caso, ya que están a la espera del dictamen del INAH. El Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos de la Ciudad de México está presidido por el ingeniero Simón Neumann Ladenzon, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI) y lo integran la secretaria de Cultura, Lucía García Noriega y Nieto, el coordinador General de la Autoridad del Espacio Público, Eduardo Aguilar Valdez; el secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, la secretaría de Educación, Mara Robles Villaseñor; la coordinadora general de la Autoridad del Centro Histórico, Alejandra Moreno Toscano, y algunos representantes de la sociedad civil, como el arquitecto Francisco Serrano, Hilda Trujillo, Zelika García y Miguel Cervantes.

Según información proporcionada a este diario, en una sesión realizada el 2 de mayo pasado, el Comité determinó que sería la Autoridad del Centro Histórico la que se encargaría de la restauración de la estatua de Carlos IV, en coordinación con el INAH. Sin embargo, en la minuta de esa reunión no se específica los términos en que se llevaría a cabo la intervención.

Mientras tanto, desde ayer por la mañana, la obra creada por el escultor valenciano Manuel Tolsá hace más de 200 años, permanece cercada con láminas y una malla traslucida de color azul que resalta a la vista; también se le ha colocado un techo de lámina.

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